Cable Ski Benidorm es una escuela de wakeboard y esquí náutico tanto para principiantes como para competidores internacionales, que se caracteriza por ser el único en el mundo sobre el mar, y además el más longevo, desde 1966.
Fue en 1966 cuando Humberto Armas, decidió arriesgarse con un desconocido e interesante proyecto que había visto en Alemania: cuatro torres por las que pasa un cable y en donde pueden practicar el esquí náutico varios esquiadores al mismo tiempo sin necesidad de lancha. Así, tras haberse recorrido toda la costa española, se decantó por Benidorm debido a sus aguas cristalinas y su microclima, cuando la Avenida del Mediterráneo era aún un terreno inmenso de naranjos. De este modo nació el primer Cable Ski del mundo, al que le han ido siguiendo nuevos Cables, habiendo ya más de doscientos en la actualidad.
Con el paso de los años, se han ido introduciendo nuevas modalidades. Así están los tradicionales dos esquís y el kneeboard (sentado) ideales para principiantes, el mono-ski (con el que se practica el slalom de velocidad), la figura (el clásico de piruetas), y hacia el año 1996 el Wakeboard, una tabla similar al snowboard en la nieve, que revoluciona el deporte extremo para saltar en rampa, trucos en sliders y otras llamativas maniobras; un deporte de moda entre los jóvenes, en línea con el snowboard, el surf o el skate.
A diferencia de la modalidad en lancha, donde es necesaria una embarcación específica por cada wakeboarder más dos tripulantes, la modalidad de Cable Skí permite con su sistema de remolque mecánico que puedan practicar varios, simultáneamente sin necesidad de lancha, a través de un cable-guía situado sobre el mar sostenido por torres. En el caso del Cable Ski de Benidorm, el más largo de España con 1 km de recorrido y 4 torres, puede llevar hasta a 12 wakeboarders o esquiadores simultáneamente a distintas velocidades: desde 27 km/h hasta 58 km/h (sólo para profesionales). Esto ayuda a la popularización del deporte, a la práctica en familia o en grupo, y a generar una afición sólida e integrada.
Además, genera una afluencia de espectadores que vienen desde la playa a la plataforma atraídos por las piruetas o “trucos” que hacen los esquiadores más avanzados; espectadores que aplauden, fotografían y muchos de ellos acaban iniciándose en este completo deporte.
Con la escuela y el programa para escolares, el Cable Ski se convierte en julio y agosto casi en un campamento juvenil donde las nuevas promesas aprovechan sus vacaciones de verano para entrenar su deporte favorito. No hay límite de edad, admite a niños desde los 6 años y tiene algunos veteranos que sobrepasan con creces los 80.
Toda la info en: www.cableskibenidorm.com
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