Por José Enrique Quiroga
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KIPRUN es la marca de rendimiento de DECATHLON para atletismo y running, símbolo siempre de alta calidad. El nombre de la marca KIPRUN (contracción de “Keep Running”) nació del público y de los ánimos que se escuchan desde las gradas de cada carrera. Este nombre hace eco al propósito de la marca de: “apoyar a todo el mundo para que siga corriendo, para que así pueda explorar su potencial y crecer”.
El nuevo símbolo de KIPRUN está inspirado en la forma de los tacos de salida, y representa la idea de apoyo, impulso y dinamismo. La “K” no es solo un símbolo, también es la puerta de enlace con el nombre de la marca, perfectamente integrada en el nuevo logotipo para reflejar tanto el movimiento como la identidad.
Pero KIPRUN no solo estrena logo, también estrena un nuevo lema: «More Runs, More Life» (Más carreras, Más Vida), una invitación a todos los corredores a “seguir corriendo”, porque cada carrera nos hace sentir más vivos.
Respecto a la nueva gama de zapatillas con placa de carbono, tras tres años de co-creación junto a sus atletas, KIPRUN presenta estos tres modelos pensados para corredores de todos los niveles de experiencia:
- La KD900X.2 está diseñada para democratizar las zapatillas con placa de carbono. Ayuda a cualquier corredor a desbloquear su potencial y a sentir el efecto del carbono en cualquier distancia.
- La KD900X LD2 ofrece mayor comodidad y durabilidad que su predecesora, manteniendo un alto retorno de energía, ideal para rendir al máximo en distancias cortas y medias (ver reportaje sobre las KD900X LD2)
- La KD900X LD+, en la que confían sus atletas de élite para maratones y grandes competiciones, alcanza un nivel de dinamismo del 76% y proporciona la amortiguación necesaria para llegar hasta el final gracias a su mediasuela 100% PEBAX.
Con esta gama, KIPRUN lleva las zapatillas de competición a otro nivel, con opciones para todo tipo de corredores: desde quienes buscan su primera experiencia con placa de carbono hasta quienes persiguen batir su mejor marca personal.

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A continuación vamos a detallar las características de las KIPRUN KD900X LD+ para finalmente hacer una valoración de su rendimiento en carrera.
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UPPER:
Upper súper ligero y minimalista, muy transpirable. Con una textura rígida para asegurar un mayor ajuste a nivel de empeine, incluyendo inserciones termoselladas a modo de exoesqueleto.
Muy suave por dentro, aportando una gran sensación de comodidad especialmente en la zona del talón. Además, en la zona alta del talón, en el collarín, incorpora dos pequeñas almohadillas laterales que maximizan el confort. Cabe decir que en el talón no incorpora contrafuerte (excepto una pequeña banda longitudinal exterior que aporta consistencia) lo que se traduce en un mayor minimalismo y una sensación más natural, aunque sí tiene una protección alta que finaliza en un tirador.
La lengüeta va anclada con dos tiras elásticas y consistentes en los laterales, lo que hace que no se mueva y se mantenga siempre en su sitio. Lleva las mismas almohadillas que en el talón, aportando un plus de comodidad. Ajuste mediante cordones rígidos planos.
La plantilla es muy fina y minimalista, de tan solo 3mm y sin exceder dimensiones, no es anatómica, por lo que redunda en una sensación más natural.
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Todas estas características hacen que sean también una buena opción para triatletas, ya que permite correr sin calcetines sin problema. El grado de confort (y rendimiento) que aporta el upper de las KD900X LD+ es sin ninguna duda muy alto.
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MEDIASUELA:
La mediasuela de las KIPRUN KD900 LD+ se basa, al igual que sus «hermanas», en la espuma VFOAM PLUS a base de PEBAX 100% y en una placa de de carbono completa CARBON PLATE.
El VFOAM PLUS es un compuesto de espuma que absorbe de forma magnífica los impactos y proporciona una gran rebote. La amortiguación es realmente muy buena.
La geometría de la placa de carbono está muy bien diseñada, se flexiona y devuelve la energía en cada paso, ofreciendo un rebote muy efectivo a distintos ritmos de carrera. Es completa, con buena curvatura y no excesivamente rígida.
Perfil muy alto, con 39 mm en talón y 35mm en metatarso, por lo tanto 4mm de drop. El tacto es muy suave aunque con la firmeza suficiente.
Lo que las diferencia claramente con las KD900X LD2 es la geometría, la cual nos recuerda mucho a las de las Saucony Endorphin Elite. Con un rocker delantero mayor (unos 60 mm) que provoca un mayor efecto «balancín», y un puente elevado en la zona del arco plantar en el mediopié, dividiendo claramente las zonas del retropié y el antepié.
Tal como podemos apreciar en la siguiente ilustración, la mediasuela está formada por dos capas superpuestas y entre ellas se sitúa la placa de carbono.
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SUELA:
La suela exterior tiene muy poquito perfil, con el fin de no añadir peso. Está configurada a base de una gran pieza en la zona del antepié, con una forma muy original que deja libre de caucho la parte central a modo de surco en forma de «Y». Esta lámina de caucho tiempo mucho dibujo a fin de proporcionar agarre y tracción. La zona del talón incorpora también dos piezas de caucho a ambos lados, de mayor densidad que la de la zona de antepié. El resto de la suela está libre de caucho, ya que no son zonas de contacto directo con el suelo y así se contribuye a la rebaja de peso.
A lo largo de casi toda la suela, desde el talón hasta el comienzo de zona de metatarso, hay un gran surco longitudinal abierto para poder apreciar la placa de carbono. Este gran surco hace mejorar la sensación de naturalidad en la pisada.

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👉 ANÁLISIS Y VALORACIÓN:
Tal como siempre hacemos, en primer lugar vamos a tomar medidas a la zapatilla con el objetivo de valorar algunos de los parámetros que pueden tener más incidencia en el rendimiento en carrera, para lo cual, utilizaremos principalmente calibre y báscula. Todas las medidas las hemos tomado en unas zapatillas de la talla 9.5 USA, que son las que hemos probado.
Comprobamos que su peso es de tan solo 235g en esta talla (219g como peso oficial en talla menor), una pluma teniendo en cuenta su perfil tan alto de mediasuela. Como siempre nos gusta recordar, el peso de la zapatilla es un parámetro muy determinante para la eficiencia de carrera, ya que influirá en el consumo de oxígeno por una parte, y en la reactividad de la pisada por otra.
No vamos a calcular el Índice Minimalista, ya que para este tipo de zapatillas y su objetivo de rendimiento, no es un parámetro que se deba tener en cuenta. Aunque sí son muy destacables, en una zapatilla de perfil más maximalista como ésta, ciertos elementos minimalistas de gran importancia como son: bajo peso, ausencia de elementos rígidos correctores de la pisada, buena flexibilidad de torsión, poco drop, upper ultraligero…
Un parámetro que sí nos gusta medir siempre es el diferencial que existe entre la anchura de la mediasuela y la anchura del upper en la zona metatarsiana, para relacionarlo después con la altura de la mediasuela/suela en esa misma zona. Con ello, obtendremos buena información sobre el potencial de la zapatilla en cuanto a amortiguación, estabilidad y reactividad/respuesta. Recordad que las medidas tomadas son en una talla 9.5 USA, que son las zapatillas que hemos probado.
En la zona del metatarso, la anchura del upper es de aproximadamente 100mm y la de la mediasuela/suela de 115mm, lo que nos da un diferencial de 15mm (esto es el total de mediasuela/suela que sobresale del upper sumando lo de ambos lados, mirando la zapatilla desde arriba). Se trata del mismo valor que en el modelo KD900X LD2 que ya habíamos probado anteriormente. Este valor de 15mm, tradicionalmente se ha relacionado con la capacidad reactiva de la zapatilla en el impulso, si bien su importancia es mayor si hablamos de estabilidad, ya que con un perfil tan alto de mediasuela (35 mm en la zona del metatarso) se hace recomendable un diferencial de no menos de 10mm para no comprometer la estabilidad, y al mismo tiempo, un diferencial no muy superior a 15mm para no interferir con la reactividad, lo cual cumple bien la KIPRUN KD900X LD+. Y es que cuanto más altura tenga la zapatilla (más alejado el pie del suelo), teóricamente tendrá menor estabilidad, lo cual se contrarresta con un adecuado diferencial en la anchura upper/mediasuela.
La altura de la mediasuela en la zona de pisada del talón es de 39mm, 2mm más que la LD2 (importante señalar que actualmente World Athletics permite un máximo de 40mm para las competiciones en ruta y de 20mm para las competiciones en pista). En la zona de metatarso el perfil es de 35 mm, lo que supone un drop de 4mm. Se trata de un drop bajo que aporta un cierto toque «minimalista» y una mayor naturalidad en la pisada.
Sin embargo, cualquier medida tomada no se puede analizar de forma independiente, ya que lo que afecta al rendimiento en la carrera es el conjunto en sinergia de toda la geometría de la zapatilla, y la KIPRUN KD900 LD+ lo cumple muy bien.
La curvatura de la placa de carbono, colocada entre ambas capas de espuma de la mediasuela, presenta un buen efecto «balancín», con un buen rocker anterior de 60 mm, que es la curvatura del conjunto mediasuela/suela que va desde el metatarso hasta la puntera, es decir, 6 cm de altura desde la línea horizontal del suelo hasta la puntera (esta medida la tomamos desde la horizontal del suelo hasta el punto de la puntera donde finaliza la mediasuela y comienza el upper). Esto hace adelantar el centro de gravedad al pisar con la zona metatarsiana y, potenciar, por lo tanto, la fase de impulso. Al colocar el centro de masas sobre la vertical desde la zona del metatarso, la zapatilla ayuda a acelerar la última parte (subfase) de la fase de contacto del pie en el suelo (leer artículo sobre fases de la carrera), es decir, la propulsión propiamente dicha, creando un efecto «inercia» catapultado por la acción de la placa de carbono, que hace correr muy fluido y muy rápido.
En relación con lo anterior y hablando de la técnica de carrera óptima, vamos a señalar que, más que tener en cuenta el tiempo de contacto total del pie (zapatilla) con el suelo, lo importante es ver qué porcentaje de ese tiempo es el que dedicamos a propulsar y cuánto tiempo pasa desde que comenzamos a absorber el impacto; y luego, de esa absorción del impacto qué porcentaje se retorna en energía elástica y con qué fuerza nos impulsa. Es decir, no es solo el factor tiempo (tiempo de contacto), porque paradójicamente, el tener el pie más tiempo en el suelo podría resultar beneficioso en el sentido de que aplicamos la fuerza más tiempo, siempre y cuando esto nos retorne más energía elástica de la que estamos produciendo. Importante aquí es el concepto de «Duty Factor», que es la relación entre el tiempo de contacto y el tiempo de vuelo, más importante que el tiempo de contacto por sí solo, ya que para correr rápido lo que necesitamos es aplicar mucha fuerza sobre el suelo (hacia abajo y hacia atrás) y que ésta sea devuelta en forma de impulso (en el sentido opuesto), porque si corremos con los pies apenas tocando el suelo, generaremos menos impulso.
Todos estos conceptos están bien aplicados en las KIPRUN KD900 LD+, facilitando un retorno de la energía elástica del impacto que se traduce de una forma rápida y efectiva en propulsión. Esto es gracias a la sinergia de tres elementos: la espuma de alto rendimiento VFOAM PLUS, la placa de carbono y la buena geometría, que desde nuestro punto de vista está mejorada respecto a la LD2.
En cuanto a la geometría, a destacar, como ya comentábamos, el rocker anterior de 60 mm en la mediasuela, con un drop bajito de tan solo 4 mm y una zona del mediopié muy «liberada», sin ningún tipo de pieza estabilizadora y en forma de «puente» lo que permite una mayor torsión y una pisada muy natural y efectiva, favoreciendo una rápida transición en la fase de propulsión, realmente muy logrado esto Esto es algo que se aprecia exponencialmente al aumentar el ritmo de carrera, de hecho, como dato subjetivo, me gusta probar las zapatillas en velocidad, es decir, en sprint de 100-200 metros para valorar mejor las sensaciones de rendimiento, y la comparativa con las LD2 es cuanto menos «curiosa»: realmente más rápidas a pesar de que están diseñadas con el objetivo de distancias más largas, su respuesta es más efectiva. Y además, en rodajes medios-largos en zona 3, la fatiga plantar mucho menor.
Claramente no son unas zapatillas diseñadas para corredores talonadores, ya que para aprovechar y beneficiarse bien de los efectos propulsivos que proporciona la geometría de la placa de carbono, y la espuma VFOAM PLUS, se hacen «necesarios» unos apoyos marcados con una entrada del pie en el suelo más de mediopié o antepié y que no se alejen de la vertical del centro de masas.
En resumen, se trata de unas zapatillas diseñadas para obtener el mejor rendimiento en carrera a ritmos altos y todo tipo de distancias, con una amortiguación muy suave y agradable y una inercia y efecto propulsivo muy bien logrado. Las sensaciones son siempre de impactos muy suaves pero firmes y muy propulsivos, con un gran efecto rebote. Muy buena respuesta en el impulso y menor fatiga en la estructuras musculotendinosas, lo que se traduce en la obtención del mejor rendimiento en carrera. Sin ninguna duda, unas zapatillas espectaculares diseñadas para obtener los mejores resultados.
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