Texto: Miguel Caselles
Fotos: VANGUARD / Victoria Sánchez
La curiosidad de observar más allá de lo que la vista alcanza ha llevado a la Humanidad a explorar la geografía terrestre y el cosmos. En ese esfuerzo por descubrir qué se esconde en el horizonte o por encima de nuestras cabezas los instrumentos ópticos han aproximado al observador a montañas y estrellas. La evolución recreacional y deportiva de la ciencia óptica regala estampas tan asombrosas como inesperadas en cuantos espacios naturales y de vida salvaje transitemos.
Con VANGUARD las distancias se hacen cortas
En sus casi cuarenta años de existencia la marca estadounidense VANGUARD se ha convertido en referente internacional de instrumentos y recursos ópticos destinados a la observación y fotografía de la naturaleza. Prismáticos, telescopios, trípodes, mochilas/bolsas de transporte y accesorios fotográficos al servicio quienes observan más allá de lo que la vista adivina. Numerosos galardones hacen justicia a la calificación y rendimiento de sus productos. Por calidad y precio es una marca realmente competitiva. Diseño, fabricación y control de calidad son procesos propios sin que intervengan otros fabricantes. VANGUARD cuenta en España con una sucursal que facilita la venta directa de productos a la vez que despliega un soporte de servicio diligente a disposición del comprador. Cuando se trata de material técnico siempre se agradece que alguien levante el teléfono al otro lado. Ya sea por el alcance de sus telescopios y prismáticos o por su cercanía geográfica con VANGUARD las distancias se hacen cortas para el cliente español.
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Curiosidad exploradora
Desde la delegación de VANGUARD en Barcelona nos proponen vivir la experiencia de portar un telescopio terrestre en actividades lúdicas y deportivas al aire libre. La idea es gratificar a la vista desde nuestra posición de observador con detalles nítidos del paisaje que solo se intuyen en la lejanía. Un glaciar colgado, cordadas de escaladores progresando en mitad de una pared, vuelos de parapentistas, saltadores base lanzados al vacío, aquel castillo medieval de la colina, ciervos rivalizando en plena berrea, el deambular de una osa acompañada de sus oseznos al otro lado del valle, colonias de buitres en pleno festín carroñero, cabras montesas triscando entre riscos, una erupción volcánica como la que hemos vivido en nuestra querida isla de La Palma… Todas estas secuencias convierten al observador en protagonista discreto y respetuoso en primer plano de escena. Con la propuesta VANGUARD de telescopio terrestre Endeavor HD 82A, trípode VESTA 233AP, adaptador digiscoping VEO PA-65 y mochila VEO ACTIVE, seguramente despertaremos la afición de observador naturalista que llevábamos dentro. Hablamos de naturaleza en alta definición al servicio de la curiosidad y el conocimiento. Más aún si por nuestra práctica deportiva somos capaces de llegar lejos y alto cargando en la mochila un telescopio terrestre y su trípode.
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Inmersión visual
La misión de los telescopios terrestres es acercar visualmente al espectador paisajes naturales, animales y escenas campestres o deportivas, multiplicando el tamaño de cuanto se vislumbra través del objetivo. La inmersión visual estará asegurada con un telescopio zoom terrestre. Poseen más alcance que unos prismáticos y se manejan con trípode para dar total estabilidad a la imagen que atisbamos en la distancia. A pesar de ser instrumentos técnicamente sofisticados su diseño pretende ser compacto, ligero y fácil de portar durante una larga caminata. Sumando igualmente las cualidades, más o menos cumplidas, de ser resistentes al agua y al empañamiento, además de soportar algún golpe o caída accidental. Cuanto más remoto sea el lugar donde plantemos el telescopio terrestre seguramente más sorprendentes van a ser las vistas que obtengamos, pero también más resistente tendrá que ser el aparato a los inevitables percances de la excursión. Muy recomendable es que el telescopio tenga funda protectora y utilizar una mochila específica de transporte.
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Algunas consideraciones sobre telescopios terrestres
Mencionamos algunos términos básicos que tienen que ver con las capacidades de un telescopio terrestre. AUMENTOS son la proporción aumentada de una imagen. APERTURA es el diámetro del objetivo, cuanto más grande más luminosidad tendrá la imagen. ZOOM es el acercamiento focal de esa imagen. Estos tres parámetros se expresan en tres números. Ejemplo, 20-60×80. De 20 a 60x son los aumentos del zoom y 80 es la apertura del objetivo. CAMPO DE VISIÓN se refiere a la anchura del espacio geográfico que vemos a través del telescopio respecto de la distancia. En cuanto a la calidad de las LENTES, viene dada por el material y su revestimiento químico, de tal manera que eviten aberraciones cromáticas y transmitan cuanta más luz mejor. DIGISCOPING consiste en acoplar una cámara de fotos digital o smartphone al objetivo del telescopio mediante un adaptador que permite obtener fotos y videos a larga distancia. Obviamente hay más conceptos e indicadores a tener en cuenta en el mundo de la óptica que iremos aprendiendo al indagar en el apasionante mundo de la observación en el medio natural.
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Telescopio VANGUARD Endeavor HD 82A
Con el telescopio VANGUARD Endeavor HD 82A en las manos la percepción es de ser un instrumento de diseño sofisticado y de gran fineza al girar o ensamblar partes móviles y accesorios. Una vez colocado el ocular (de quita y pon) en el cuerpo del telescopio es realmente fácil y cómodo de utilizar. Su estructura acodada hacia arriba de 45º evita posturas obligadas de cuello en observaciones prolongadas. Leyendo sus especificaciones vemos que hace gala de ser un telescopio resistente. Al fin y al cabo, será cargado en una mochila durante las caminatas, con el trajín que eso conlleva, y utilizado en espacios naturales donde lo más normal es que el telescopio reciba algún arañazo, golpe o caída. Previendo esas circunstancias VANGUARD dota al Endeavor HD82A de una resistente carcasa de magnesio ligera y resistente recubierta de goma en las partes críticas. Se amortiguan así los inevitables impactos y disminuye el deterioro por rozaduras accidentales. Además de propiciar adherencia al sujetarlo o girar sus anillos con guantes o manos mojadas.
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Protegido frente a la intemperie
Ante un repentino aguacero o un día cargado de humedad este telescopio zoom está completamente sellado y purgado con nitrógeno. No hay riesgo de que el Endeavor HD 82A sufra daños interiores por saturación. Tampoco le afectan bruscos cambios de temperatura que pudieran provocar empañamiento de lentes ni condensaciones o aparición de moho en el interior del tubo. Si fuese necesario más defensa frente a las cambiantes condiciones de intemperie y traslados de un lugar a otro cuenta con una funda protectora acolchada e impermeable y correa de transporte. Nunca sobra protección que preserve a un aparato de precisión por lo que es recomendable sacarle partido a esta funda, tanto sobre el trípode como en el transporte dentro de la mochila o almacenaje cuando el telescopio es guardado hasta la próxima salida. No digamos si el telescopio es usado en el campo base de una expedición de alpinismo.
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Naturaleza en primer plano
El VANGUARD Endeavor HD 82A es un modelo de telescopio terrestre muy luminoso gracias a sus 82mm de apertura (lente del objetivo). Posee lentes ED (dispersión extra baja) que corrigen las aberraciones cromáticas y favorecen una apreciada nitidez de imagen, incluidos los márgenes periféricos, también en condiciones pobres de luz. La combinación de cristales de revestimiento multicapa antireflectantes (en ambos lados de la lente) y prisma BaK4 con corrección de fase, favorece una eficiente transmisión de la luz propiciando imágenes de contraste definido y colores fidedignos. Una vez se coloca el telescopio en el trípode comprobamos que las dos ruedas de enfoque y ajuste giran ágiles y precisas. De igual modo sucede con el estable anillo del zoom que nos acerca desde los 20 a los 60 aumentos (20-60x). Según esta amplitud focal de zoom una observación a mil metros de distancia abarca un campo de visión de 17m a 37m. Observación en detalle y de contexto nítida e inmediata asegurada en largas distancias.
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Cómodo y manejable
La adaptación del observador al telescopio es fácil, rápida y cómoda por su manejabilidad, sencillez de ajustes y por la mencionada estructura acodada de 45º de angulación que el cuello agradece. Además, el relieve ocular (distancia a la que se sitúa el ojo respecto de la goma del ocular) de hasta 20mm permite una observación natural sin tener que pegar el ojo a la lente, más aún si se usan gafas. Los molestos deslumbramientos por reflejos entrantes de sol tienen fácil solución desplegando a demanda el parasol que lleva integrado el objetivo. La placa de fijación a la zapata del trípode es universal por lo que Endeavor HD 82A es compatible con cualquier trípode fotográfico. Si bien, VANGUARD aconseja usar sus propios trípodes al ser especialmente diseñados para telescopios terrestres por su base estable y una rótula ágil y ligera, destinada a seguir el vuelo de un parapentista, una formación de aves o fauna en movimiento sobre el terreno. Siempre y cuando, permitidme la broma, quitemos antes las tapas de objetivo y ocular. No seremos los primeros en olvidarnos de retirarlas delante de una escena que nos pilla por sorpresa. Sobre la báscula el Endeavor HD 82A marca 1.810g de peso.
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Trípode VANGUARD VESTA 233AP
VANGUARD hace hincapié en que los trípodes que se usen con telescopios terrestres han de ser robustos y estables. Tengamos en cuenta que una racha de viendo en el collado de una montaña o un inocente tropiezo puede tumbar el trípode con el telescopio montado. Añadiendo que la configuración del trípode ha de permitir al observador movimientos rápidos y precisos del telescopio en busca de panorámicas estables y nítidas, sin vibraciones. Uno de los trípodes VANGUARD apreciado por su calidad/precio es el modelo VESTA 233AP. Sus tres patas de aluminio son telescópicas y ajustables a la altura requerida. Poseen pies de goma antideslizantes adecuados a todo tipo de terreno, seco o mojado. Rótula superior ergonómica que ayuda a seguir fácilmente el movimiento de una escena, arriba o abajo y 360° de rotación de paneo. Práctica y rápida zapata de conexión/liberación, compatible también con cámara fotográfica. Dos niveles de burbuja permiten nivelar fácilmente el trípode, muy útiles si vamos a fotografiar o filmar a través del telescopio (digiscoping). Asume una capacidad de carda de 3,5kg. Montado el trípode alcanza una altura de 155cm y plegado 57cm. Una vez recogido facilita su transporte en la mochila y en el equipaje de viaje. Pesa 1.280g.
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Mochila VANGUARD VEO ACTIVE
Especialmente dirigida a observadores y fotógrafos que practiquen montañismo o realicen largas caminatas. Estudiada al detalle y funcional. Con suficiente espacio para disfrutar de una completa jornada de observación campera. Fabricada en cordura de nailon de alta densidad, resistente al desgarro y repelente al agua (no impermeable). Una vez cargada la VANGUARD VEO ACTIVE de todo lo necesario para excursión es sumamente cómoda. Configuración ergonómica y ventilada. La parte trasera posee un ligero y disimulado esqueleto de aluminio que adapta y acomoda la mochila a la curvatura que adopta la columna cuando caminamos. Respaldo, cinturón y hombreras estratégicamente acolchados en tejido ventilado y traspirable. Ajuste preciso regulando hombreras, cinturón y cinta pectoral. El cinturón es desmontable, posee un práctico bolsillo de cremallera desplegable en uno de los lados, accesible a lo que se necesite, y en el otro lado una gaza de cinta mosquetoneable por si se quiere colgar algo.
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Cada cosa en su bolsillo
Un bolsillo impermeable lateral con salida para el tubo aloja la bolsa de hidratación. En el lado opuesto otro bolsillo exterior se comunica con el cuerpo interior de la mochila permitiendo que pase un cable USB. Podemos así cargar mediante una powerbank que llevemos en el interior nuestro smartphone o GPS sobre la marcha, teniéndolos a mano sin necesidad de abrir la mochila. En el otro costado de la VANGUARD VEO ACTIVE se ubica un amplio bolsillo horizontal de abertura elástica y múltiples posibilidades. Destinado a objetos de valor, cartera o pasaporte, tenemos el bolsillo apropiado en parte superior trasera de la espalda de la mochila. En el frontal de las hombreras encontramos dos bolsillos de abertura elástica donde llevar bidón de hidratación o cualquier otro recurso que interese tener a mano. Trípode y bastones plegados se pueden sujetan en el frontal o lateral de la mochila mediante correas regulables y configurables a varias alturas. En la parte superior se sitúa una cinta de izado/colgado, ideal para colgar la mochila del asidero del trípode y darle mas estabilidad.
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Todo cargado y colocado a la espalda
Al cuerpo central de la mochila se accede por la espalda mediante cremallera perimetral. En este espacio se aloja un compartimento independiente (también con cierre de cremallera) y extraíble donde cubicar mediante separadores personalizables los instrumentos que portemos, telescopio, prismáticos, cuerpo de cámara fotográfica, objeticos, dron etc. En el lado interior coincidente con la espalda un par de bolsillos planchados permiten guardar portátil, tableta, carpeta o similar. Mientras que el cuerpo superior de la mochila está destinado a la equipación personal del caminante, ropa de abrigo, alimento, complementos… Esta parte abre/cierra mediante cremallera y evita espacios muertos tensando una correa de ajuste por clic. Todas la cremalleras tienen generosos tiradores de cordino que ayudan a maniobrar con guantes puestos. La mochila incluye una bolsa cilíndrica acolchada independiente donde, por ejemplo, portar un teleobjetivo. Más otra bolsa rectangular plegable en la que guardar cables, baterías, tarjetas SD, navaja, multierramientas etc. La base de la mochila esta protegida frente a la abrasión y la humedad del terreno. En caso de lluvia intensa la mochila VANGUARD VEO ACTIVE trae una funda impermeable de quita y pon que la cubre por completo. Disponible en colores gris o verde y en varias capacidades volumétricas, 17, 25, 35 y 45 litros. La pequeña pesa 1.960g.
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Adaptador digiscoping VANGUARD VEO PA-65
A través del objetivo del telescopio vamos a ver imágenes exclusivas que seguramente nos gustaría fotografiar o filmar y compartir. Se puede hacer. El adaptador universal digiscoping VANGUARD VEO PA-65 de smartphone es la solución. Sirve para telescopio, monocular y prismáticos. Se pone y se quita con un solo botón en segundos. Adecuado al tamaño de la mayoría de los objetivos de telescopios y prismáticos. Se adapta a ópticas entre 34 y 54mm y a smartphones de 59 a 90mm de ancho, sean Android e IOS. Un soporte extraíble permite usarlo en trípode, mini-trípode o palo selfie. Se vale de un disparador/mando a distancia bluetooth (batería incluida) para fotografiar o filmar sin tener que tocar la pantalla, evitando así que las vibraciones afecten a la imagen captada. Botón lateral de encendido y apagado. Pesa 220g. Nos recuerdan desde VANGUARD que los adaptadores de digiscoping para smartphone o cámara fotográfica pueden provocar cierto viñeteo en las imágenes (cuando los bordes de un encuadre fotográfico quedan sombreados). Este efecto dependerá del campo de visión y construcción del objetivo que se use, así como de la cámara del móvil. En la mayoría de los casos se subsana haciendo zoom digital o recortando la imagen posteriormente.
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Tan lejos y tan cerca
La ciencia óptica ha supuesto la revolución de la observación del mundo y el universo. Combinando lentes y prismas que captan la luz se consigue la magia de aumentar el tamaño y nitidez de objetos y secuencias de acción que el ojo humano no define desde la distancia. Puro ilusionismo muy real que permite descubrir y apreciar esos matices que tantas veces pasan desapercibidos. Con un telescopio terrestre y su trípode en la mochila podremos sumergirnos de lleno en espacios de naturaleza repletos de vida silvestre. Acercar a la vista el entorno distante multiplica el disfrute y comprensión del contexto que nos rodea. Manejando el telescopio terrestre VANGUARD que se ha reseñado multiplicamos por 60 el rendimiento de nuestra vista. Será un magnífico compañero de viaje visitando parques nacionales, participando en safaris fotográficos, durante la aproximación a una montaña o ante fenómenos naturales donde no es fácil acercarse tanto como quisiéramos. La posibilidad de avistar detalladamente aves y mamíferos en los escenarios naturales donde habitan siempre es una vivencia extraordinaria. Pura magia visual que de otra manera el caminante curioso no alcanzaría a distinguir desde su posición de observador del paisaje.
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