MUJER Y DEPORTE: elige tu mejor equipación

 

Un poco de fisiología

Hoy en día ya no se cuestiona la capacidad de rendimiento de las mujeres en deportes de resistencia. Una mujer no es un cúmulo de músculos hipertrofiados sino una atleta metabólica. Es mucho más tenaz y paciente que el promedio de los hombres. Es más fácil motivarla y es más constante en los entrenamientos. Su peso medio es más bajo, igual que su porcentaje de agua y de musculatura en el cuerpo. Éste último es de un promedio del 40% en el hombre frente al 23% de las mujeres.

La mujer tiene unas características biológicas propias que, al efectuar una actividad física, repercutirán lógicamente en su organismo. Sin embargo, de los muchos aspectos fisiológicos que pueden estudiarse en el organismo humano, son minoría los que presentan peculiaridades significativas según se trate de hombres o mujeres.

Las diferencias más importantes son las que se refieren a la influencia del aparato reproductor y todo el sistema de regulación hormonal en los parámetros físicos. Las diferentes secreciones hormonales que aparecen a partir de la pubertad van a provocar desigualdades en el rendimiento, que son la razón para que haya competiciones diferenciadas.

La estructura ósea de la pelvis, que es más ancha, confiere a las féminas un centro de gravedad más bajo, lo cual es más ventajoso en deportes tipo gimnasia, aeróbic, etc.

La capacidad para los deportes de resistencia, que se mide con el consumo de oxígeno o capacidad aeróbica, es ligeramente menor en las mujeres. Ello es debido a que los factores que influyen en el desarrollo de la resistencia, como el corazón, los pulmones y los músculos, tienen un tamaño ligeramente más pequeño. El entrenamiento mejora el consumo de oxígeno, pero está determinado en gran parte genéticamente, con lo cual encontramos valores muy variables en los dos sexos.

La composición corporal es también diferente, siendo por ejemplo en la práctica de los deportes de competición de nivel alto, como el atletismo, el porcentaje de grasa alrededor de un 7% en hombres y de un 15% en mujeres.

Cuando se refieren los valores de consumo de oxígeno en relación al peso magro, es decir, desprovisto de grasa, los valores se acercan; dependen fundamentalmente del grado de entrenamiento y de la genética.

En el deporte es importante la fuerza física. El desarrollo de la masa muscular esquelética está regulado por una hormona típicamente masculina que es la testosterona.

Las mujeres en relación con los hombres tienen:

  • Menos proporción de músculo esquelético: 23% en mujeres, 40% en hombres.
  • Un mayor porcentaje de grasa corporal: 25 a 30% aproximadamente en sedentarias y 13 a 17% en deportistas, frente a los valores encontrados en hombres 20 a 25% en sedentarios y 5 a 10% en deportistas.

La grasa corporal tiende a acumularse en determinadas áreas. Las mujeres tienden al depósito de la grasa corporal en los glúteos y las caderas encaminadas a proteger el posible embarazo, y los hombres en el abdomen.

El sistema respiratorio también presenta diferencias en la mujer. El volumen pulmonar es un 10% menor y la concentración de hemoglobina 2 puntos menos aproximadamente (de 14 a 16 en varones frente a 12 a 14 en mujeres). Esto se traduce en un menor consumo de oxígeno máximo durante el ejercicio, con lo cual la aptitud para los deportes de resistencia será un 15 a 20% menor.

La menor sudoración de las mujeres durante el ejercicio se debe a que las glándulas sudoríparas están menos desarrolladas que en los hombres y a que los sistemas de transferencia de calor son diferentes. Esta diferencia de niveles hormonales influirá en el rendimiento deportivo, pudiendo la mujer perder o ganar calor más rápidamente. No hay diferencias entre hombres y mujeres en el reparto de fibras musculares. Las mujeres poseen un 10% más de elasticidad, así como de laxitud ligamentosa y movilidad articular.

Existe en las mujeres una mayor habilidad en el aprendizaje motor, la coordinación y la ejecución técnica de los movimientos. La mujer sometida a un programa de entrenamiento de fuerza consigue mejoras iguales a las del hombre; no por hipertrofia muscular, sino por mejora del control neuromuscular.

Y por supuesto, siempre es muy importante una buena equipación, una ropa de deporte para mujer, especialmente diseñada para ellas.

Definiendo objetivos

Hay que definir objetivos, metas a conseguir, horizontes donde mirar. Nos motivarán día a día a entrenar y darán sentido a nuestro programa de entrenamiento. Los objetivos pueden ser más o menos precisos y responderán a las necesidades, motivaciones e ilusiones de cada mujer deportista. La competición puede o no estar presente como objetivo. Las expectativas definidas han de ser reales y alcanzables para ir por el buen camino.

Comprometerse con los propios objetivos es la primera etapa en la consecución de un programa. Algunos ejemplos son:

– Deseos de mejorar la forma.

– Perder algo de peso.

– Hacer del multideporte una rutina semanal personal.

Objetivos más exigentes a nivel de rendimiento deportivo pasan por entrenar para competir, independientemente del nivel y teniendo en cuenta cualquier tipo de reto.

No hay deportistas buenas ni malas, sino deportistas capaces de definir y llevar a cabo aquello que anhelan y deportistas que viven el presente día a día.

Es importante distribuir bien el tiempo para decidir qué día o días vas a correr, nadar, pedalear, gimnasio… y plantearte si dispondrás de ese tiempo o si tendrás ganas de hacerlo. Fija tus objetivos a corto, medio o largo plazo.

Material/equipación: busca la mejor elección

Es muy importante que te sientas plenamente a gusto con tu equipación, con prendas especialmente diseñadas para superarte cada día, sintiendo cómo se adaptan a tu cuerpo, para así preocuparte solo por dar el máximo en tus entrenamientos. Un claro ejemplo de esto es Dash and Stars, algo más que una marca de equipaciones, una fuerza que te mueve y te impulsa.

Entre las actividades deportivas más habituales entre las mujeres hoy en día, nos encontramos con el pádel, uno de los deportes con un mayor crecimiento y popularidad en los últimos años. Un buen equipamiento de tenis y pádel especialmente diseñado para la mujer, facilitará, entre otras cosas, la adhesión al deporte.

El yoga siempre ha sido muy popular entre la población femenina, ayuda a relajarte, mejorar los niveles de estrés, mejorar la coordinación y la concentración, etc. Por supuesto un buen equipamiento y material de yoga hará que todos estos potenciales beneficios se vean maximizados.

La natación, sin ninguna duda, se encuentra junto con el running entre los deportes más populares para mejorar la forma física entre las mujeres. Igualmente, una gran ayuda es elegir entre los mejores bañadores y bikinis de natación para mujer.

El practicar deporte con una equipación adecuada y que se adapte por igual tanto a tu cuerpo como a tus gustos y, por supuesto, a tu actividad, te hará sin ninguna duda maximizar todos los beneficios sobre tu cuerpo y mente.