Algunos de los errores más frecuentes en el entrenamiento deportivo

 

Los deportistas de alto rendimiento enfocan sus esfuerzos en torno a un objetivo: mejorar su rendimiento. Para ello, cuidan su alimentación, realizan diferentes rutinas de entrenamiento y, por supuesto, se privan de aquellas actividades que un deportista aficionado se permite. No obstante, en muchas ocasiones, cometen errores que ralentizan sus resultados. Un incorrecto entrenamiento puede propiciar dolores de cuerpo y, en el peor de los casos, lesiones.

Tipos de errores que la ciencia desaprueba:

 

  • Estiramientos estáticos y la falta de reposo

Como primer paso, debemos realizar un calentamiento previo suficiente para preparar a los músculos al esfuerzo que van a realizar. Aquí vienen dos grandes errores: el calentamiento insuficiente y el sobrecalentamiento. El primero tiene que ver con la preparación mínima antes de someter a nuestros músculos a una rutina exigente, mientras el segundo se relaciona con la práctica por encima de nuestras capacidades.

Un estudio publicado en 2012 en la Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports donde se evaluaba la eficiencia, el VO2 máx y el tiempo hasta la extenuación en ciclistas, observó un descenso en todos los parámetros en aquellos que realizaban estiramientos estáticos.

Otro de los principales errores tienen que ver con la falta de reposo. Es necesario descansar entre serie o sesión, pues ello permitirá recargar las energías utilizadas previamente. Por otra parte, también debemos utilizar la indumentaria adecuada para realizar ejercicios. No hacerlo expone a nuestro cuerpo a posibles lesiones, sobre todo con el uso de zapatillas poco recomendadas.

 

  • Sobreexigencia muscular

Por otra parte, también debemos someter a nuestro cuerpo a deportes que se acomoden a nuestras condiciones, es decir, que no representen una sobrecarga o exigencia demasiado grande. Un artículo publicado en el journal Revista de Entrenamiento Deportivo en 2019 sostiene que los calambres musculares asociados al ejercicio (EAMC) se deben al agotamiento de electrolitos y deshidratación, como consecuencia de un sobreesfuerzo muscular.

Para evitar estos errores, también podemos utilizar la tecnología como aliada. Podemos utilizar un reloj deportivo o nuestro smartphone para esta tarea. El reloj deportivo permite contar las calorías quemadas y dispone de un pulsómetro para medir la frecuencia cardíaca, datos que nos permitirán llevar un registro exacto de nuestro desempeño diario. En tanto, con el teléfono podemos descargar apps que nos guían en el tipo de ejercicio que necesitamos de acuerdo con nuestro peso, edad y características físicas particulares.

 

  • No ingerir las cantidades adecuadas de nutrientes

Factores como la correcta alimentación e hidratación también son fundamentales en la prevención de lesiones. Según un estudio publicado en PubliCE en año 2005, es necesario un buen suministro de carbohidratos (30 a 60 g CHO/hora), al mismo tiempo que se ingiere suficiente líquido, tomando entre 600 y 1200 ml de una bebida deportiva que contenga entre 4% y 8% de carbohidratos.