Texto: Servicio de Prensa Salomon
Zegama es Zegama y Kilian es Kilian. Ambos se conocen, se entienden y se reencuentran año a año para escribir, junto a los cerca de 500 corredores de la prueba, la historia de cada edición. Este año, Kilian Jornet ha vuelto de nuevo al barro, a la lluvia, al viento y al frío de este pequeño pueblo del país vasco y ha demostrado, una vez más, que a pesar de las duras condiciones metereológicas se siente sumamente a gusto entre la sierra del Aizkorri y el macizo del Aratz. El atleta de Salomon ha avanzado a través de los senderos de Zegama para hacerse con su octava victoria en su novena participación con un tiempo de 3:50:05. Tras él, el suizo Marc Lauenstein, segundo y Luis Alberto Hernando, tercero, en una edición con un cartel de lujo a través de los 45 kilómetros y los 2.750 metros de desnivel positivo. Si Jornet es ya un veterano de Zegama, Yngvild Kaspersen pisaba por primera vez el barro vasco y ha demostrado que también se entiende con el clima de Zegama a la perfección: la joven noruega de 20 años ha sido primera por delante de las consagradas Megan Kimmel y Oihana Kortazar. Todo en una de las ediciones más duras de Zegama, en la que se han registrado decenas de abandonos por hipotermia.
Kilian Jornet suma su octavo triunfo en Zegama
Tras unos días de sol y cerca de 27 grados de temperatura, Zegama amanecía con todos sus ingredientes a punto para el arranque de su edición número quince: el barro, las nubes, el viento y una intensa lluvia que se dejó ver ya desde la madrugada y ha acompañado a aficionados y corredores a lo largo de todo el recorrido. De entrada, la dureza de la temida rampa de hormigón no ha achantado a los corredores que han arrancado con un ritmo fuertísimo, con el local Aritz Egea liderando para empezar a estirar al grupo pero con Jornet enganchado a él ya desde muy pronto. Ambos eran los primeros en coronar el Aratz, con Luis Alberto Hernando, Tom Owens y Marc Lauenstein cerca de ellos.
Avanzaría la carrera y los corredores empezarían a sentir la llegada al paso por uno de los puntos más mágicos del recorrido, el Sancti Spiritu. Se lo anunciarían los aficionados, resguardados bajo chubasqueros y paraguas pero animándoles como nunca y apoyándoles antes de afrontar la parte más técnica del recorrido: la subida del Aizkorri. Allí, voluntarios y público recibirían a Kilian Jornet que se presentaría ya como líder con Lauesntein segundo y Egea, algo más relegado, tercero. Sería allí cuando se hablaría por unos minutos de récord: Jornet llegaría casi volando, en 2:11:29, 9 minutos por debajo del mejor tiempo que el mismo marcó en 2014. Al final, el barro frenaría al record por dos minutos pero no a un Kilian que seguiría acercándose a meta entre gritos de aupa y oso ondo.
A pesar del frío y el viento, el atleta de la Cerdanya disfrutaría atravesando el cresterio del Aizkorri en su camino al punto más alto del recorrido, el Aitxurri (1.551m) y se distanciaría algo más de Lauenstein, quién se afianzaría en la segunda posición con Luis Alberto Hernando, Manuel Merillas y el ganador del año pasado, Tadei Pivk, a tres minutos de él. Empezaría el descenso y se mantendría ese mismo guión con el catalán en cabeza agrandando diferencias en cada punto de control, el suizo segundo y ese grupo de tres corredores peleando por la tercera posición.
Con las piernas embarradas pero sin aflojar el rimo entraría Jornet al pueblo de Zegama. Entre vítores, ante una afición totalmente entregada y con Lauenstein a ya más de 9 minutos de distancia. Alzaría los brazos, repartiría saludos y abrazaría su octavo triunfo feliz, como en casa, en un recorrido que conoce a la perfección y en el que se siente especialmente cómodo. “Hacia mucho frío, en algunos momentos de la carrera no sentíamos las piernas y las manos pero esta es la esencia de Zegama así que estoy contento que estas hayan sido las condiciones de este año. Además, a pesar de que sea duro, el público de Zegama te da alas para llegar a meta. Siempre es muy especial correr aquí, me he encontrado muy bien y ver a tanta gente en el monte me pone la piel de gallina. Zegama es Zegama, lo digo siempre pero es así”, ha explicado Jornet.
Delaraciones de Kilian: “A mi lo que mejor me va es el barro y el frío, y esta es la esencia de Zegama, así que estoy contento que estas hayan sido las condiciones de este año. A pesar del mal tiempo en Zegama la gente sale igualmente al monte a animar, y hay un ambiente increíble, donde se te pone la piel de gallina nada más salir de la plaza”. “Ha sido una carrera muy dura, con mucho frío y lluvia. Arriba en el Aizkori se notaba mucho el frío y hemos sufrido, pero realmente es lo que nos apasiona de este deporte. Hemos salido bien con Marc y arriba en Sancti Spiritu he visto que podía escaparme así que he lo he hecho y a partir de allí me he encontrado bien y he podido ir tirando y llegar primero a Zegama. Ya lo digo siempre, Zegama es Zegama, es una prueba que llevo en el corazón y que empecé a participar en 2008. Creo que la de este año no es mi última participación en esta prueba.”
Yngvild Kaspersen sorprende en categoría femenina
“El tiempo ha sido perfecto”. Es Yngvild Kaspersen, la ganadora en categoría femenina en Zegama. Esas fueron sus palabras solo cruzar la línea de meta. La jovencísima noruega de solo 20 años pisaba por primera vez Zegama, se estrenaba en un maratón y ha superado al barro, la lluvia y la distancia con nota: disfrutando, sonriendo y cruzando meta en 4:50’, fusionándose a la perfección con la filosofía de una de las maratones de montaña más prestigiosas del mundo. Kaspersen ha sorprendido y superado a dos corredoras con sobrada experiencia, Megan Kimmel y Oihana Kortazar, segunda y tercera respectivamente.
Kaspersen se colocaría de entrada entre la quinta y la cuarta posición, yendo a su ritmo y gestionando la diferencia con el grupo de cabeza. De hecho, sería la ganadora de 2015, Azara García la que lideraría la prueba en el arranque, distanciándose ya a dos minutos de Kimmel y a seis de Kortazar en el kilómetro 16. Poco a poco, sería la estadounidense la que recuperaría terreno y cazaría a Azara que se vería obligada a retirarse poco después. Kimmel coronaría líder el Aizkorri y el Aitxuri con Kaspersen detrás sintiéndose fuerte. La nórdica pasaría por el Aitxurri a poco más de dos minutos de Kimmel y ya en el Andraitz arrancaría con frescura para pasarla, colocarse líder y dejarla a tres minutos de distancia.
Nueva en Zegama y en un maratón, joven pero con triunfos ya destacados a nivel internacional como el que consiguió en la Lantau 2 Peaks, la nórdica llegaría también a línea de meta con las piernas repletas de barro pero con una sonrisa en la cara. Pararía el crono en 4:50:58, ocho minutos por delante de Megan Kimmel (4:59:46) y Oihana Kortazar (5:06:37), también tercera el año pasado. “Estoy muy contenta. He disfrutado mucho del recorrido, del ambiente… y el tiempo ha sido perfecto para mí”, ha confesado una feliz Kaspersen.