¡17 de marzo de 2016!, una fecha gloriosa para el rugby español. En toda la historia de este deporte en nuestro país, nunca se ha visto un estadio con tanta afluencia de aficionados. Aproximadamente unas 26.000 personas dieron calor a los equipos enfrentados en la final de la Copa del Rey. Estos son los dos clubes del Valladolid, VRAC Quesos Entrepinares y el Silverstorm El Salvador.
El estadio José Zorrilla se vistió de gala, con unas modificaciones necesarias para el encuentro, unas zapatas de hormigón bajo las áreas, en las cuales se anclaron los palos de rugby, en vez de las porterías propias de este estadio. Además se dejó para el último momento, pintar el campo con las marcas de rugby tan características de este deporte.
Al evento acudieron personalidades tan importantes como Pedro Sánchez, líder del PSOE, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría y el Rey Felipe VI, personalidades asiduas a estos eventos.
Ante todo pronóstico, a los tres días se vendieron todas las entradas. El capitán de El Salvador, Manuel Serrano, relataba sorprendido que “temía jugar en un estadio sin mucho público, pero la verdad es que llevan semanas pidiéndole entradas porque ya se agotaron”, lo cual ratifica que esta vez se había apostado por algo grande, algo fuera de lo normal.
Por desgracia, el rugby es un deporte minoritario, pero con este evento se ha premiado a la trayectoria de dos clubes asiduos a la competición europea, con la colaboración de Siken. «Esta final es un fuego que hemos encendido y hay que extenderlo. Mucha gente trabajó para conseguir el reconocimiento que merece este deporte y llevar la final a un estadio de fútbol. [Hace tres años, se probó en El Sardinero, también en una final de Copa, pero apenas atrajo a unos 6.000 espectadores]. Pero continuamos con dificultades, así lo indica Juan Carlos Martín, presidente de El Salvador. Además relata que el rugby en España es un deporte muy disperso, repartido entre las diferentes escuelas del país en Santander, Valladolid, País Vasco, Madrid y Barcelona, esta división ocasiona que sea complicado generar competencia. En España a los jugadores de este deporte ni siquiera se les considera profesionales.