LESIÓN EN EL MANGUITO DE LOS ROTADORES: «UNA LESIÓN MUY COMÚN»

 

Autor: Dr. Antonio Ríos Luna. Especialista en traumatología y cirugía ortopédica. Experto en cirugía reconstructiva del miembro superior e inferior. Atleta popular – www.doctorantoniorios.com

 

El hombro es una articulación formada por el húmero, cuya cabeza articula con la escápula y ésta a su vez con la clavícula. Es una articulación especialmente diseñada para tener una gran movilidad, gracias a la cual, podemos coger objetos por encima de la cabeza, entre otras tantas acciones.

El manguito de rotadores es un grupo de músculos del hombro encargado de realizar los movimientos principales como es la separación (p. ejem. al peinarnos), aducción y rotaciones (p. ejem, cualquier movimiento del aseo personal)… Está formado por el supraespinoso, el infraespinoso, el redondo menor, el subescapular y el bíceps. La mayor parte de dichos tendones tienen una forma acintada y discurren por un espacio de 0.8 cm llamado subacromial.

En natación, en el estilo crol, uno de los brazos del nadador se mueve en el aire con la palma hacia abajo dispuesta a entrar en el agua, y el codo relajado, mientras el otro brazo avanza bajo el agua. Un problema de este estilo es el movimiento de rotación externa del hombro cuando se da la brazada al entrar en el agua. Esto puede provocar un roce del tendón de la musculatura separadora del hombro, el manguito de los rotadores, provocando una compresión repetida que puede dar lugar a una tendinopatía por atrapamiento de dicho manguito.

Cuando hay una lesión del manguito de rotadores, todo el funcionamiento del hombro se resiente. El paciente tiene dolor, pierde fuerza y sobre todo disminuye el rango de movilidad, con afectación principal de los movimientos de abducción y de rotación. Es frecuente que el paciente no pueda dormir bien por la noche, y tampoco pueda dormir sobre el lado doloroso.

La prueba diagnóstica más fiable para valorar las lesiones del hombro es la Resonancia Magnética, resonancia magnética Barcelona. Con ella, podremos valorar el estado de los tendones, que pueden estar intactos, parcialmente rotos, o una rotura completa.

Dentro del estudio de las tendinitis del manguito hay todo un abanico de lesiones, desde el hombro doloroso sin lesión tendinosa, las lesiones parciales del espesor del tendón, hasta las lesiones masivas y de la totalidad del espesor tendinoso. Se supone que todo ello puede ser la evolución natural de la enfermedad en la que un paciente puede ir avanzando en los diferentes estadios de la enfermedad siendo avalada esta teoría por diferentes estudios que muestran el empeoramiento de las lesiones del manguito a los 5 años del diagnóstico inicial de la rotura y por la gran prevalencia de lesiones masivas del manguito en los hombros contralaterales de aquellos a los que ya se les había diagnosticado previamente una lesión masiva del manguito.

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Tratamiento conservador de la patología del manguito rotador

Esta modalidad de tratamiento está indicada en aquel paciente cuya enfermedad haya tenido una evolución inferior al año, presente una rotura del manguito inferior a 1-2 cm con sintomatología poco importante y con una pérdida escasa de la funcionalidad del hombro, en roturas parciales del espesor del manguito. Funciona en el 80% de los casos.

El tratamiento inicial pasa por el reposo, tratamiento con AINEs y terapia rehabilitadora.

El objetivo del mismo es recuperar o evitar la pérdida del rango de movilidad inherente a la presencia de dolor en el hombro, sobre todo con los movimientos activos. Dentro de la rehabilitación, la estimulación de los tejidos mediante los ultrasonidos puede ser de gran utilidad.

 

Un programa de ejercicios centrados en el rango de movilidad, el estiramiento del deltoides, del manguito de rotadores y de toda la musculatura de la escapula tiene efectos beneficiosos. Respecto al uso de las infiltraciones hay controversia. En un primer momento se predicó la gran utilidad de las infiltraciones con corticoides. Su efecto beneficioso se nota especialmente cuando se inyecta subacromialmente en lesiones menos importantes y cuanto antes y cuanto más joven el paciente, mejores resultados.

En estadios avanzados esta forma de tratamiento tiene una menor tasa de éxitos y el paciente continuar con dolor.

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Tratamiento quirúrgico. Artroscopia

Su objetivo es el de eliminar las estructuras que producen el desgaste mecánico, restablecer la integridad del tendón con objeto de aliviar el dolor, minimizar la posibilidad de progresión de la rotura y aumentar la fuerza y la movilidad del hombro.

El grado de recuperación de la fuerza no es predecible y el paciente debe estar informado de ello de cara a las expectativas de recuperación que haya depositado en la intervención.

La recuperación dependerá del tamaño de la rotura, del tiempo que haya trascurrido desde el diagnóstico, la calidad de los tejidos, la edad del paciente y el tratamiento rehabilitador postquirúrgico.

El abordaje artroscópico de las lesiones del manguito de rotadores ha supuesto una revolución en la técnica de la reparación, ya que a través de una intervención poco agresiva podemos realizar procedimientos que antes requerían un abordaje más ampliado, lo que repercute en un mejor postoperatorio, una recuperación precoz, menor dolor y menor tiempo de hospitalización. La intervención se realiza bajo anestesia general. Mediante dos o tres orificios de entrada en el hombro de alrededor de 1 cm, introducimos una óptica conectada a un monitor de TV, mediante el cual podemos ver el hombro por dentro. Por los otros orificios, introducimos el instrumental para la reparación de las lesiones. Se suele suturar el tendón roto, se limpia todo el tejido inflamado dentro del hombro y se lima el hueso que provoca el rozamiento del tendón. Tras la intervención, suele ser necesaria la inmovilización con el brazo en cabestrillo durante siete días y, posteriormente, se inicia tratamiento rehabilitador. La reincorporación deportiva suele producirse alrededor de los 3 meses.