TRAX BIKE: Remolque de bici a bici

 

Texto: Miguel Caselles / Fotos: TRAX BIKE

Avituallamiento y kit de reparaciones siempre van a mano en toda salida ciclista. Tampoco debería faltar el sistema TRAX por si alguien de la grupeta necesita ser remolcado o alargamos la ruta pedaleando con niños.

 

 

Tan sencillo como eficaz

Seguramente en alguna salida ciclista, mtb, gravel o carretera, hayamos tenido que empujar a un compañero, o ser empujados, haciendo fuerza con la palma de la mano sobre su espalda. Ya sea debido a que el ‘tío del mazo’ ha hecho de las suyas, por una desafortunada caída de las que dejan maltrecho el cuerpo o porque una avería en la trasmisión impide o dificulta pedalear. De igual modo sucede cuando hacemos una excursión con niños y las cuestas se les hacen ‘bola’, gracias a los empujoncitos de la mamá o el papá no tienen que bajarse de la bici y nos evitamos un posible berrinche. Pues bien, ese amistoso gesto de empujar como buenamente se pueda, desde luego de eficacia limitada y riesgo de tropezón entre bicicletas, es fácil de optimizar recurriendo a los gadgets que la empresa española TRAX BIKE SOLUTIONS comercializa. Nos referimos a dos sistemas de remolque entre bicicletas tan sencillos de colocar y usar como eficaz es su cometido. Son los minimalistas remolcadores TRAX PRO y TRAX FLEX que a continuación reseñamos.

 

 

Sistema TRAX PRO

El sistema de remolque TRAX PRO (modelo evolucionado de su predecesor TRAX MTB) consta de un tambor hexagonal de polímero que alberga en el interior un mecanismo/fleje que enrolla/desenrolla de forma retráctil un cable de kevlar. Las instrucciones de montaje que acompañan al TRAX PRO son tan sencillas como el propio sistema de remolcado. Se instala en un par de minutos. Varias ranuras permiten fijarlo, mediante una cincha ajustable con hebilla de seguridad, en la tija del sillín (si es telescópica en el tubo fijo) o en los rieles del sillín. Cualquiera de las dos opciones se fija en la bici delantera (la que remolca). También se puede acoplar en la potencia del manillar de la bici trasera (la que es remolcada), así cualquiera puede hacer de bici tractora aunque no lleve instalado el TRAX PRO. El sistema de remolque TRAX PRO se suele dejar montado en la bici ya que si salimos asiduamente con niños, o alguien del grupo normalmente lo necesita, nos evitamos dejarlo olvidado en casa. Ver vídeo:

 

 

Llegado el momento de usar el TRAX PRO no es necesario bajarse de la bici. El ciclista encargado de remolcar tira hacia fuera de la gaza del cable de kevlar, situada en su tija o sillín, y se la pasa al que necesita ser remolcado para que la trabe en los tornillos de la potencia de su manillar. El cable tiene un diámetro de 2mm y una longitud de 2,2m. Sus ligeros 110g de peso soportan 110kg de tensión. Una vez finaliza la cuesta, o tramo donde se ha usado el TRAX PRO, simplemente soltamos sobre la marcha la gaza de la potencia del manillar y el sistema retráctil deja automáticamente enrollado y oculto el cable de tracción. No hay riesgo de que el cable haga comba y se enrede en ruedas o radios. En el supuesto de que el TRAX PRO se haya instalado en la tija del manillar de la bici a remolcar, el ciclista que lidere la tracción deberá pasar la gaza del extremo del cable por la punta de su sillín. Ver vídeo:

 

 

Sistema TRAX FLEX

El sistema de remolque TRAX FLEX es aún más sencillo que su hermano TRAX PRO. No precisa instalación en ninguna parte de la bicicleta, se pone y se quita cuando la situación lo requiere. Se trata de una eslinga de cosido elástico que en tensión alcanza una longitud de 2,5m y en reposo se encoge hasta el metro. Sendos extremos finalizan en gazas que se ensamblan a una y otra bicicleta. En cuanto se necesita remolcar a otra bicicleta, tan solo hay que sacar del bolsillo la eslinga elástica y enlazar una gaza en la punta del sillín de la bici que vaya a tirar y la otra gaza en la potencia del manillar de la bici que necesita ayuda. Ocupa mínimo espacio en el bolsillo del maillot.

Una vez cesa la tensión entre bicicletas la eslinga elástica mengua a un metro de longitud, por lo que no hace combas ni se traba en las ruedas al perder tirantez. Además de ser fácil de recoger y guardar por el poco espacio que ocupa en el bolsillo del maillot o en el bidón/bolsa portaherramientas. Al no necesitar instalación, es un recurso de emergencia de quita y pon listo para ser utilizado en el momento que se necesita. Sus 50g de peso y el reducido espacio que ocupa plegado convierten a este gadget en un cabo de arrastre “salvavidas” en rutas largas o de grandes desniveles, donde cualquier circunstancia física o mecánica puede hacer necesario su uso. Hasta 200kg de peso permite remolcar. Muy apropiado en viajes de aventura y cicloturismo. Ver vídeo:

 

 

Pedaleando con niños

Salir de excursión en bici junto a los peques de la casa es una aventura para ellos y una responsabilidad para los adultos. Seguramente nos gustaría llegar un poco más allá, subir esa colina, pero si les cansamos el próximo día no van a querer saber nada de la bicicleta. La solución es llevar un TRAX de arrastre para que la excursión aún sea más aventurera sin temor a que los niños se fatiguen más de lo razonable. Cuando lleguen las cuestas, o pesen los kilómetros, enganchamos nuestra bici y la de los peques al TRAX y les ayudamos a pedalear a un ritmo comedido. La maniobra de quita y pon es tan sencilla que en el caso del TRAX PRO podrán realizar el acoplamiento por si solos sin necesidad de parar. O haciendo una breve pausa y ensamblar de bici a bici la eslinga elástica si es que utilizamos el TRAX FLEX. Ser remolcados se convierte en un juego de niños que facilita acometer recorridos más largos y rompepiernas, propiciando que críos y mayores formen un equipo. La diversión está asegurada en las excursiones con adultos porque los peques también serán protagonistas. Éxito asegurado hasta que, pasado el tiempo, aquel pequeño o pequeña ciclista sea quien tenga que remolcar al padre o la madre. Todo llegará.

                                                                                     

 

Remolcar compañeros de ruta en apuros

El ritmo de la grupeta ha sido animado y disfrutón pero el paso de los kilómetros y un descuido a la hora de beber y comer deja fundido a uno de sus componentes. Sabemos de lo que hablamos, se llama pájara. Bajamos el ritmo de manera que el compañero o compañera no se descuelgue, pero las cuestas son una agonía… Toca utilizar el TRAX. No hace falta bajarse de la bici, quien lleve instalado el TRAX PRO acerca el cable al compañero en apuros y éste pasa el lazo por la tija de su manillar. Una vez unidas las dos bicicletas por el cable, la tracción ejercida por el compañero consigue mitigar la fatiga del ciclista remolcado sin que tenga que echar pie a tierra. Este simple e inmediato gesto sobre la marcha optimiza de forma fluida el rendimiento del que necesita ayuda y de la propia grupeta. Hoy por ti mañana por mí. Del mismo modo sucede si hemos tenido una caída y las magulladuras dificultan pedalear como quisiéramos. No olvidemos que en cualquier actividad deportiva de gran fondo el grupo será tan fuerte como el más débil de sus componentes. Si en lugar de llevar instalada la versión TRAX PRO de cable retráctil, portamos el sistema TRAX FLEX, en el bolsillo del maillot, no hay más que hacer una breve parada y pasar los lazos de los extremos de la eslinga elástica por la punta del sillín de quien vaya a remolcar y por la tija del manillar del remolcado. En un rápido parar y arrancar el sistema estará listo para remolcar sin más dilación.

 

Rescate ante una avería imprevista

Salir de ruta en bicicleta supone que en cualquier metro de cualquier kilómetro puede surgir el pinchazo o un desajuste mecánico. Por supuesto frente a estos imprevistos llevamos nuestro kit antipinchazos y multiherramienta. Siempre a mano y revisado para solucionar el contratiempo lo antes posible. Pero qué sucede cuando la avería nos deja de verdad tirados en mitad del monte o en una carretera local sin posibilidad de reparación. Rotura de cadena, bloqueo de transmisión en un piñón y/o plato, eje pedalier… Al igual que en los casos anteriores el sistema TRAX nos va a sacar ágilmente del aprieto. Eso sí, vamos a necesitar que alguien de la grupeta, o ciclista solidario que nos encontremos si es que vamos solos, nos remolque en los tramos donde si no pedaleas no avanzas. Ya sea porque llevemos fijado en la bici el sistema retráctil TRAX PRO o portemos el sistema TRAX FLEX como kit de “rescate”, una vez más este socorrido gadget sobre ruedas brinda solución a un serio problema. Seguramente quedarse totalmente tirado es algo que sucede muy de vez en cuando, quizá nunca nos pase (crucemos los dedos), pero conviene no tentar a la suerte y por unos pocos gramos de más, poder rescatar o ser rescatado.

 

A tener en cuenta con las E-Bikes

Las E-Bikes son la alternativa ciclista de quienes desean embarcarse en recorridos exigentes y no cuentan con suficiente entrenamiento. Los vatios humanos se complementan con vatios de motor y batería pudiendo llegar más lejos cómodamente y teniendo la seguridad de regresar a casa, aunque nos falte fondo físico. Suena bien, pero no siempre es así. Cuando fallan los cálculos y abusamos de la batería porque la ruta es más dura de lo que esperábamos o por despiste no estaba cargada a tope, nuestra E-Bike pasa en un segundo de tracción eléctrica a tracción humana. Es decir, tendremos que pedalear sobre una bicicleta bastante más pesada que una bicicleta sin motor y batería. Y recordemos que nos decidimos por una E-Bike porque nos venía bien esa ayuda extra en el pedaleo. Cuando surgen esos contratiempos, tener a mano el sistema TRAX va a permitir que otra E-Bike pueda remolcarnos en esos repechos sin fin donde no tendríamos más remedio que subir a pie empujado la pesada bicicleta. Desde luego las posibilidades del sistema TRAX teniendo una E-Bike de por medio se incrementan porque al remolcar a otra bicicleta, sea eléctrica o convencional, no merma físicamente al ciclista rescatador que ejerce la tracción. Más fatigoso será el rescate de una E-Bike cuando un ciclista a lomos de su bici convencional tenga que echar una mano en las cuestas… mejor dicho, un “cable” salvador.

Simples soluciones cuando más se necesitan

Como ya se ha comentado, estos dos gadgets de peso pluma son una solución inmediata y sencilla cuando hay que remolcar a mitad de camino a un compañero o compañera ciclista. Uno se instala previamente en la propia bicicleta. El otro va guardado en el bolsillo del maillot. En pocos segundos ambos recursos de asistencia en ruta convierten a una bicicleta en una cabeza tractora capaz de auxiliar a otra bicicleta que necesite ser remolcada. Prácticos en toda situación, rutas con niños, componentes de la grupeta que se desfondan, batería de E-bike agotada, avería en la transmisión… o cualquier circunstancia en la que un ciclista y su bicicleta precisen ser remolcados. Por seguridad el fabricante recomienda no sobrepasar los 10km/h de velocidad mientras remolcamos a una bicicleta. No es poco cuando la alternativa es echar pie a tierra y empujar. En definitiva, estos dos resolutivos y dinámicos artículos de la marca TRAX BIKE aportan soluciones simples cuando más necesario es avanzar en plena cuesta.

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