El montañismo invernal se desarrolla en un entorno exigente y adverso. Los montañeros se enfrentan a un desafío personal, mental y físico. La preparación mental es un tema personal y requiere una discusión aparte. A nivel físico, escalar demanda mucho esfuerzo y, por tanto, el deportista debe portar un equipamiento básico para desenvolverse adecuadamente, como botas, un pack de mochila, polainas, crampones y piolet y raquetas.
Además, debido a que la escalada implica mojarse, el montañero debe portar una vestimenta térmica y absorbente para mantener su temperatura corporal en las condiciones de frío. Los materiales con fibras naturales son los más adecuados porque conservan sus propiedades aislantes cuando la prenda está húmeda o mojada y su peso no ralentiza la actividad, según información de la website Superguapas.
Existen algunas técnicas y habilidades de progresión a considerar para reforzar tu práctica y seguridad en el terreno, especialmente para escalar más rápido y con mayor eficiencia.
Uso de polainas, crampones y piolet
Las polainas, crampones y piolet son los tres elementos más utilizados para hacer montañismo de invierno.
Cada uno de estos artículos garantiza la seguridad del montañero y evita accidentes: las polainas se usan sobre las botas y evitan que la nieve entre en las mismas, los crampones ofrecen tracción (arrastrarse por medio de una fuerza) en superficies heladas, y un piolet es una herramienta que ayuda a detener su caída en caso de que tropiece o resbale.
Técnicas de progresión o de uso del piolet
Durante los ascensos. Si es una pendiente suave y nieve blanda, se recomienda utilizar el piolet como un bastón. Sujetándolo con las dos manos, se clava enérgicamente el piolet sobre la superficie -cada dos pasos- para mantener una posición estable. No debemos soltar el piolet hasta haber conseguido desplazarnos con los dos pies en la nueva dirección.
También podemos utilizar esta técnica en superficies más duras, pero se recomienda no levantar el piolet al dar la zancada. También podemos utilizar el piolet como escoba. Es decir, caminar de la misma forma pero sin levantar la herramienta al dar la siguiente zancada. En todo momento, el piolet actúa como apoyo para evitar resbalar.
Para los descensos. En pendientes moderadas se recomienda utilizar la técnica del paso hundido. Es decir, dar grandes zancadas, de cara al monte. Podemos utilizar el piolet como apoyo para sentirnos más seguros.
La autodetención. Si llega a resbalarse sobre una superficie helada, sostenga el piolet por la cabeza con el pico apuntando hacia atrás. Cuando desliza, gírese sobre el estómago; sus pies deben apuntar hacia abajo en la pendiente. Puede utilizar el piolet para situarse en esta posición.
Levanta los pies y no frenes con crampones porque sus púas podrían hacerte caer hacia atrás. Lleve el piolet a su pecho con una mano sobre el pico y la otra mano en el eje. Presiona el pico hasta que dejes de deslizarte.