El gimnasta olímpico Rubén López nos da «5 consejos para prevenir lesiones graves»

Por Rubén López

Fotos: @castefasolo y @oriolcastellophoto

En el deporte de alto nivel no hay límites, no hay horarios y nunca es suficiente. El desgaste físico y psicológico de practicar la propia actividad deportiva, juntamente con la exigencia de querer exprimirse un poco más cada día, de querer acercarse un pasito más a la cima mundial… provoca que el cuerpo se acabe resintiendo y aparezcan las lesiones.

Muy pocos son los días que puedo contabilizar en los que he entrenado sin dolores. El deportista de alto nivel se acostumbra a convivir con el dolor, aprende a aguantar y hacerse amigo de él. Es tal la relación que tienes con el dolor, que puedes estar entrenando con un tendón del bíceps roto y no darte cuenta de ello.

Así que con los años aprendes a vivir con el dolor y a aplicar esos trucos que te sirven para prevenir la aparición de lesiones. Cuantos más entrenamientos hagas, más posibilidades tienes de vencer al rival. A continuación te muestro los factores que deben tenerse en cuenta para prevenir lesiones graves.

 

1. Intensidad y planificación del entrenamiento:

Ir a entrenar con objetivos claros y con una buena planificación que marque lo que toca hacer en ese entrenamiento puede salvarte de muchas sobrecargas y lesiones. A menudo, vamos al gimnasio a “entrenar” improvisando sobre la marcha los ejercicios y series a realizar. Esto puede hacer que días en los que te sientas enérgico, acabes sobrecargando el cuerpo con un exceso de ejercicios y series, y al día siguiente no te puedas ni mover. En cambio, si tus entrenamientos están bien planificados, conoces de antemano el trabajo a realizar y la intensidad del mismo, tu progreso será continuo y progresivo, y el riesgo de lesiones por sobrecargas será menor.

 

2. Calentamiento:

El calentamiento nos prepara física y mentalmente para el entrenamiento. Un buen calentamiento eleva la temperatura corporal, activa la musculatura, aumenta el riego sanguíneo y nos pone en predisposición mental para afrontar lo que toca hacer hoy. Mucha gente tiene prisa por acabar el entrenamiento, y hace un mal calentamiento o ni siquiera calienta. Esto puede ser el principal motivo de algunas de las lesiones que se producen.

 

3. Concentración en la tarea:

Vivimos en un mundo en el que la información y los estímulos nos desbordan. Tenemos tantas cosas en la cabeza, tantas tareas y obligaciones, que nos es casi imposible vivir con la mente centrada en el presente. El hecho de estar entrenando con la cabeza en otro lado, hace que no estemos concentrados en la técnica del movimiento, en la intensidad y atención que requiere el ejercicio. Esto hace que nuestra mente se relaje, que nuestra musculatura no trabaje de la misma manera y que tarde o temprano aparezca la lesión.

 

4. Alimentación:

No somos conscientes del enorme poder que tiene sobre nosotros y nuestras vidas, los alimentos que ingerimos. Los alimentos son el combustible que le damos a nuestro cuerpo y mente. Si estos son de calidad, la energía, la vitalidad, la claridad mental, la eficacia al realizar nuestras tareas… aumenta, y con ello nos sentimos mejor y más felices.

Hay alimentos que provocan inflamaciones en nuestro organismo, como por ejemplo el gluten, la lactosa, las carnes rojas… un abuso en el consumo de los mismos puede provocar lesiones con mayor facilidad, ya que nuestro organismo está inflamado. En periodos de recuperación de lesiones, pueden frenar el proceso de evolución de la lesión.

Mi consejo es que te rodees de grandes profesionales que estudien tu fisiología y tus hábitos de vida. De esta manera podrán detallarte un programa alimenticio lo más personalizado posible a tus necesidades.

 

5. Sueño:

Fase del día en la que nuestro cuerpo y mente asimila todo lo trabajado durante la jornada, lo interioriza y restaura los sistemas para amanecer preparados para seguir mejorando y progresando.

Es importante que una hora antes de irte a dormir dediques el tiempo a actividades relajantes (meditar, leer, reforzar los puntos fuertes del día, darte un baño de agua caliente…) esto te permitirá ir a la cama despejado y tranquilo, lo cual afectará a la calidad de tu descanso. Muchas son las personas que se van a dormir preocupadas y estresadas por la gran cantidad de tareas que deben afrontar al día siguiente. Esto no permite un descanso reconfortante, y con el paso de los días puede afectar a nuestro rendimiento físico y mental en forma de lesiones o depresión.

 

Nos dejamos llevar por el ritmo de la rutina diaria descuidando todos estos pequeños factores, que, si sumamos uno más otro, nos llevan a marcar una gran diferencia en nuestro rendimiento físico y mental. No quieras abarcar todos a la vez, no trates de cambiar otro hábito si todavía no has interiorizado el anterior, céntrate en uno por semana. Al final, cuando los hayas asimilado todos, crearás una rutina diaria que te hará sentir mejor contigo mismo y con más motivación y energía para rendir en tus entrenamientos.

 

Si quieres más consejos sobre cómo prevenir lesiones o recuperarte de una lesión grave, me puedes seguir en mi perfil de Instagram y en mi canal de Youtube

 

Rubén López, gimnasta olímpico.

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