Fuente: Comunicación Javier Gómez Noya
El último triatlón de 2017 no ha tenido el resultado esperado por Javier Gómez Noya. Ha finalizado en la cuarta posición en el Medio Ironman de Bahrein, con lo que no logró el reto de la “triple corona” premiada con un millón de dólares USA , tras haber vendido en Dubai en enero y en el campeonato del mundo de esa distancia medio Ironman en septiembre en Estados Unidos.
Todo había comenzado muy bien liderando en la natación en solitario, pero en el recorrido llano de 90km de bici con mucho viento no tuvo buenas sensaciones. Llegó a la segunda transición en tercer lugar junto con el cuarto, a 7 minutos de Bozzone y a 4 del sorprendente noruego Blummendfeldt. Demasiado lejos como para poder aspirar a la victoria si los de delante no «reventaban»: “En el agua me sentí muy bien, pero cuando Bozzone me superó en bici y se me fue alejando ya me di cuenta de que no iba a tener un buen día”. En la tercera fase, a diferencia de otros triatlones de esta distancia en los que ha sentenciado, no corrió a su nivel habitual e incluso tuvo problemas de flato que le llevaron a casi pararse puntualmente. Por ello no solo no pudo remontar tiempo a los dos de cabeza sino que también fue superado por el veterano suizo (medallista de bronce en Atenas 2004) Sven Riederer. “No siempre salen las cosas como uno quiere. La temporada ha sido muy buena en general y ha sido una pena no aprovechar la oportunidad de ganar la triple corona. Ahora sí que me voy a tomar unas semanas de descanso para cargar pilas de cara a la siguiente temporada”.
En cuanto a la cabeza de carrera, el noruego alcanzó al neozelandés hacia el km 12, corrieron juntos unos 3km, hasta que el joven debutante en la distancia Medio Ironman dejó atrás al vencedor en 2016 y se plantó en meta con casi un minuto de ventaja. Dándolo todo, puesto que cayó exhausto al suelo tras cruzar la meta y tuvo incluso que ser ayudado bastantes minutos después para subir y bajar del podio.