Texto: Lymbus
Foto: Alexis Berg
En uno de sus veranos más singulares, Kilian Jornet competirá por tercer año consecutivo en la Hardrock, la icónica prueba americana de 100 millas (160 km) con un desnivel acumulado de 20.722 m que se disputa alrededor de la cordillera de San Juan, en el sur de Colorado. Con el foco puesto este año en el Everest, Jornet se centra este verano en preparar el último reto del proyecto Summits of My Life. Así, tras competir, disfrutar y sumar su octavo triunfo en Zegama, se pondrá de nuevo el dorsal en la Hardrock. “Estoy viviendo un verano diferente, con el foco puesto en la alta montaña. Aun así, la Hardrock es una prueba que se ha de disputar sí o sí. Por el recorrido técnico y en altura y, sobre todo, por el ambiente tenía muchas ganas de volver un año más”, explica Jornet.
“Por mucho que se me pueda señalar como favorito, carreras tan largas como la Hardrock siempre son una aventura. Se intentará ganar pero el objetivo será, principalmente, disfrutar del ambiente y del recorrido. Es un circuito técnico, en altura, siempre rondando los 3.300 m. Además, es una prueba diferente, en la que no hay tanta competitividad, no hay podio, sino que a todos los corredores se les llama para entregarles un diploma. La Hardrock se ha de vivir”, relata Jornet. El año pasado, el atleta de la Cerdanya logró la victoria con un tiempo de 23h28’10’’, mientras que en su debut en la prueba, en 2013, también fue campeón parando el crono en 22h41’ y marcando nuevos récords en ambas ediciones. De hecho, una de las particularidades de esta carrera es que cada año se corre en un sentido de las agujas del reloj. “Ambos son especiales. El de este año tiene bajadas más largas y llanas que hace que sea más agradable para correr”.
Esta ultra maratón de montaña cuenta con un recorrido alpino, a menudo con nieve, con elementos técnicos, y cuyo punto más alto se encuentra a 4.218m, en Handies Peak. Los corredores tomarán la salida el viernes a las 6 de la mañana hora local y ascenderán hasta 13 pasos a más de 3.700m de altura para regresar, siguiendo esta vez el sentido de las agujas del reloj, hasta Silverton donde besarán el Hardrock, la mítica roca con el logo de la prueba grabado en ella.
“Junto con Zegama, escogí la Hardrock porque es una carrera que me apasiona, me cuadraba dentro del calendario y porque es una prueba que me sigue enamorando. La he disputado los dos años anteriores y tiene una belleza natural y un ambiente que la hace increíble”, concluye Jornet.