Ramón Cid, director Técnico de la RFEA, hace balance de la temporada 2013/2014

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Por : Ignacio Mansilla (www.rfea.es)

La temporada 2013/2014 echa el telón y es hora de hacer balance. Atrás quedan 365 días intensos con el punto culminante en el Campeonato de Europa de Zurich del pasado mes de agosto. Hemos charlado con Ramón Cid, director técnico de la RFEA, para hacer un repaso de todo lo acontecido en esta temporada y para volver también la vista a los importantes acontecimientos que se avecinan en el futuro inmediato.

– Ramón, ¿la temporada 2013/2014 está a punto de concluir? ¿Qué nota le pondrías a la misma y con qué sensaciones nos podríamos quedar?
«Para evaluarla correctamente tendríamos que meter una variable más, que son los medios con los que contamos. Considero que en los Campeonatos de mucha entidad en líneas generales hemos estado bien, teníamos unos objetivos planificados y los hemos superado, salvo en el Campeonato del Mundo de pista cubierta. Creo que podríamos calificar a la temporada con un notable».

– Hemos atravesado unos años difíciles a consecuencia de la crisis, que también han tenido su repercusión negativa en nuestro deporte. ¿En qué situación nos encontramos ahora mismo y qué podemos esperar del futuro próximo?
– «Si hablamos de un futuro a dos o tres años vista las expectativas son positivas si analizamos los datos estadísticos. Los resultados en juveniles y en juniors han sido buenos y las medias de los 10 primeros del ranquin son espectaculares. Si somos capaces de recoger este potencial podemos mirar al futuro con optimismo. Gracias al esfuerzo de todos estamos por encima de lo que podíamos esperar debido a las circunstancias».

– Hace unos meses en una entrevista a un diario deportivo afirmaste que te ha sido difícil convivir con el no. ¿Qué ha sido lo más difícil de estos dos años que llevas en la dirección técnica de la RFEA?
– «Reitero lo que dije, me resulta muy difícil convivir con el no, sobre todo decir no a cosas que en otras circunstancias pudieran ser sí. Hay cuestiones que son razonables pero en estos momentos no las hemos podido afrontar».

– Repasando un poco la temporada que concluye, el principal punto de atención fue el Europeo de Zurich. ¿Qué balance haces de lo allí acontecido?
– «Si analizamos las cifras de medallas y finalistas creo que estuvimos ligeramente por encima de lo esperado. Es evidente que si miramos a los Europeos de hace una década estamos por detrás de lo allí conseguido pero con los mimbres que tenemos hoy en día el resultado ha sido bueno. También ha habido aspectos negativos que tendremos que analizar con más detalle, algunos sectores no han estado bien, sectores que quizás sean los más damnificados por la crisis».

– ¿Crees que las 6 medallas y 22 finalistas obtenidos en la ciudad suiza son un buen reflejo del estado actual de nuestro atletismo o podríamos haber obtenido un mejor resultado?
– «Podíamos haber tenido un poco más de suerte pero también un poco menos, por tanto creo que estamos en el punto medio. Reitero que el balance responde a las expectativas previas y además el terreno de juego es el Europeo que es la principal referencia para evaluar nuestros resultados».

– Por cierto, que uno de los hechos más comentados allí fue lo ocurrido en los 3.000m obstáculos tras la descalificación del francés Mekhissi. Con la distancia que dan los dos meses transcurridos desde entonces, ¿qué opinión tienes sobre este suceso y toda la polémica suscitada?
– «Nosotros cuando estábamos viendo la prueba observamos la acción y rápidamente nos dimos cuenta de que el hecho era objeto de descalificación. En ese momento esperábamos que el juez actuara de oficio. Como no lo hizo, tuvimos un debate interno todos los que estábamos allí y decidimos presentar la reclamación porque entendíamos que se había infringido el reglamento (por cierto, cuando fuimos a presentarla la delegación polaca también estaba por allí aunque finalmente ellos no hicieron nada porque vieron que nosotros ya habíamos reclamado). Una vez presentada la reclamación el Comité de Apelación tardó muy poco tiempo en resolverla. Entendemos que hacer cumplir una norma que está escrita no es juego sucio. Si es legal, también debe ser legítimo hacerla cumplir. También había otros aspectos pedagógicos a tener en cuenta. De no haber actuado, probablemente en otros Campeonatos hubiera cundido el ejemplo y otros atletas podrían haber hecho lo mismo».

– También durante el año conseguimos mantenernos entre los grandes de Europa en el Campeonato de Europa de selecciones disputado en Braunschweig aunque con algunos apuros. ¿Cómo viviste esa competición y qué conclusiones sacaste de ella?
– «Si sufrimos un poco. Hubo un momento en la segunda jornada que todo salía mal. Creo que la conclusión positiva es que está muy bien el resultado para lo mal que lo hicimos. Teníamos un colchón que nos permitió salvar estas circunstancias adversas. Hubo gente que tuvo un comportamiento excelente pero si te fallan, por diferentes motivos, tres o cuatro atletas que en principio tendrían que haber sacado muchos puntos entonces la cosa se complica. Compitiendo bien hubiéramos podido subir un puesto y ganar a Italia, lo que ya sería un éxito. Mirar más arriba de eso ya se antoja complicado».

En el apartado de los júniors y juveniles, ¿cuáles son los hechos más destacados de la temporada que ahora concluye?
– «Considero que los jóvenes lo están haciendo increíblemente bien. Si vamos de abajo hacia arriba decir que los juveniles en Baku (en la fase europea clasificatoria para la final de los JJOO juveniles), que este año ha sido la competición de referencia para esta categoría, tuvieron muy buenos resultados. Conseguimos clasificar a 13 atletas para los Juegos Olímpicos de la Juventud. Luego en Nanjing los datos también son relevantes, tuvimos un campeón y 7 finalistas.
En el Mundial Junior de Eugene también tuvimos una buena actuación: una medalla, 7 finalistas y 11 semifinalistas. Destacar que un Mundial júnior tiene un nivel impresionante y obtener esos resultados es bastante complicado. Por último, en categoría Sub’23, la competición de referencia ha sido los JJMM de Marsella, un evento nuevo aún por consolidar y en el que hemos sacado muchas medallas».

– Iniciamos una nueva temporada que tiene importantes retos por delante, principalmente el Europeo en pista cubierta de Praga y el Campeonato del Mundo de Pekín. ¿Qué es lo que esperas de estas competiciones?
– «En el Europeo de pista cubierta tenemos dos bloques de atletas. Por un lado, unos que tienen la obligación de asumir la responsabilidad y hacerlo bien. Me consta que hay mucha gente que lo quiere preparar y por tanto las expectativas son buenas. Por otro, también tendremos otro bloque de atletas que son esos jóvenes que competirán en Praga para ir cogiendo experiencia en la categoría absoluta.
En cuanto al Mundial de Pekín estamos esperando las mínimas oficiales de la IAAF que intuimos van a ser fortísimas. Nuestra referencia allí va a ser el número de finalistas, la medalla en una competición tan exigente como ésta tiene algo de azaroso, puede ser que llegue o puede ser que no, depende de muchos factores».

– Mirando un poco más allá los Juegos de Rio’2016 esperan ya en el horizonte. ¿Crees que el atletismo español está ya capacitado para volver a la senda de las medallas olímpicas tras la sequía de Pekín’2008 y Londres’2012?
– «Creo que el problema en Londres no fueron las medallas, sino el reducido número de finalistas. Si Ruth hubiera sacado medalla en altura no hubiera cambiado demasiado la valoración global porque el resultado desde nuestro punto de vista hubiera seguido siendo malo. No sé si podremos volver a la senda de las medallas en Rio pero lo que sí que tenemos que volver es a la senda de los finalistas. Entiendo que obtener una medalla es siempre un hecho relevante y muy mediático pero lo importante desde nuestro punto de vista es tener un resultado global satisfactorio además de las individualidades».

– Has tenido la oportunidad a lo largo de estos dos años de convivir con el equipo nacional. ¿Cuál crees que la salud, tanto física como mental de nuestro atletismo?
– «El ambiente en el equipo absoluto es muy bueno pero en los menores es excelente, todos se apoyan y ayudan mutuamente. Parece que si hablamos de que todo está bien podemos caer en la autocomplacencia pero en este aspecto esa es la realidad».

– Detrás del atleta siempre está la figura del entrenador, un colectivo que a veces no es reconocido como merece. ¿Qué iniciativas habéis puesto en marcha o vais a implementar para que los entrenadores cuenten con más medios y conocimientos?
– «Los resultados que está logrando el atletismo español son consecuencia del esfuerzo de todos. La situación del vital colectivo de los entrenadores sigue siendo muy endeble. Mayoritariamente tienen una gran afición por nuestro deporte pero también, en los tiempos que corren, deberían tener una compensación económica para poder dedicarse más al entrenamiento. Esto tiene que ser un esfuerzo de todos los estamentos: atletas, clubes, Federaciones Autonómicas… Los clubes deben tender también al modelo de empresa con unos trabajadores: los entrenadores. Con el mismo objetivo, las FFAA generar más recursos propios con un apoyo legislativo en lo referente a la organización de las carreras en ruta entre otras medidas … La RFEA, a pesar de las restricciones de los últimos años, seguimos ayudando económicamente a unos 60 entrenadores, desgraciadamente no podemos llegar a más.

Luego desde el punto de vista de la formación, junto con la Escuela Nacional de Entrenadores, seguimos desarrollando diversas actividades en cursos, jornadas, concentraciones e intentando colaborar con los cuadros técnicos de las FFAA. Por tanto, podríamos resumir que en este colectivo fundamental para el desarrollo de nuestro atletismo encontramos dos grandes caminos a seguir: la profesionalización y la formación. No es fácil pero seguimos trabajando por mejorar ambos aspectos».

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