Texto y fotos: Salomon Santiveri Outdoor Team (SSOT)
No hay distancia ni desafío con el que no se atrevan. Ni aunque el reto sea realizar casi ocho maratones de montaña seguidos superando más de 24.000 metros de desnivel positivos. Los infatigables atletas del Salomon Santiveri y Suunto Iker Karrera y Nerea Martínez ultiman ya los últimos preparativos para participar, a partir de este domingo, en la que está considerada una de las carreras más duras del planeta: el Tor des Géants. O lo que es lo mismo: 330 kilómetros y 24.000 metros de desnivel positivo en el corazón de los Alpes. Un total de 660 atletas de 41 países estarán en la línea de salida de la cuarta edición de la carrera, en Courmayer, donde también será la llegada.
Iker y Nerea se estrenan en esta carrera que tiene una duración máxima de siete días, en los que la organización no impone etapas, por lo que cada corredor deberá administrarse los descansos a lo largo de un recorrido que pasa por las faldas de los conocidos como los cuatro gigantes de los Alpes: Mont Blanc, Grand Paradiso, Monte Rosa y Cervino.
Tanto Iker Karrera como Nerea Martínez afrontan la cita como uno de los grandes objetivos de la temporada. Iker llega a la misma después de haberse impuesto sin dar opción a sus rivales en el Grand Raid des Pyrenees, una prueba de 160 kilómetros de longitud y cerca de 10.000 metros de desnivel positivo acumulado. Karrera buscará la victoria en este reto mayúsculo que es el Tor des Géants y que significaría la guinda a una temporada en la que también ha ganado pruebas como la Travesera de Picos de Europa o el Eiger Ultra Trail.
“De momento me encuentro muy tranquilo y físicamente con buenas sensaciones. La única preocupación que tengo ahora mismo es que las previsiones meteorológicas no son nada buenas. Todo lo demás, lo que está en nuestras manos, más o menos está controlado”, explicaba Iker, muy satisfecho antes de la carrera porque “después de mis últimos entrenamientos y haciendo una reflexión de cuando planificamos la temporada y pusimos en el calendario esta carrera, hubiera firmado por llegar a las vísperas con estas sensaciones. Voy a intentar disfrutar al máximo”.
Por su parte Nerea se mostraba ayer a su llegada a Courmayer “ansiosa por empezar la que va a ser mi gran aventura del año. Le tengo mucho respeto a esta carrera y más ahora viendo las impresionantes montañas que me rodean. ¡No quiero ni pensar lo que voy a subir y bajar! Solo deseo que el cuerpo y la mente me acompañen. Después de la deshidratación sufrida en el Grand Raid de Pyrenees he entrenado con normalidad y con buenas sensaciones. Me encuentro bien. Es la primera vez que afronto una carrera de estas magnitudes, no sé lo que me voy a encontrar, ni cómo responderá mi cuerpo tras tantas horas de montaña. Va a ser una experiencia nueva de la que seguro aprenderé mucho de mi misma”.