Vivir Irlanda a través del deporte es toda una experiencia

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La capacidad para competir al más alto nivel profesional de los deportistas irlandeses ha quedado demostrada gracias a los recientes éxitos obtenidos en deportes como el de rugby o el de fútbol. Además, la Isla Esmeralda, ha demostrado ser un ejemplo como organizadora de éxito de pruebas deportivas donde aficionados de todo el mundo pueden tomar parte.

El Ring of Kerry Cycle se ha convertido en una de las pruebas cicloturistas de referencia en Europa. La próxima edición tendrá lugar el próximo 6 de julio donde los participantes tendrán que completar, sin echar pie a tierra, los 179 kilómetros del anillo de Kerry disfrutando de bosques, ríos, castillos y escarpadas vistas al Océano Atlántico.

Los increíbles paisajes, el húmedo frescor matutino y el silencio roto por el agua que discurre por un río o rompe contra la costa, crean el entorno ideal para que el atleta pueda concentrarse en correr o pedalear sin pensar en nada más, preocupándose solo de controlar su respiración y regular su ritmo cardiaco hasta la meta.

La especial manera de entender el deporte por parte del pueblo irlandés es una de las mayores sorpresas con las que se encuentra el viajero. Un deporte inclusivo, sin límites a la participación, simpático y solidario. En las pruebas se plasma el espíritu aventurero de un país que, acostumbrado a trabajar duro para superar dificultades, disfruta de los retos exigentes.

Prueba de ello es la celebración del Connemarathon, que reúne cada mes de abril a 3.200 corredores en una carrera a pie de varias categorías donde los más atrevidos pueden intentar el asalto a 63 kilómetros entre valles, lagos y montañas de la región de Connemara.

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Si se trata de deportes autóctonos es imprescindible mencionar el fútbol, la pelota gaélica, el hurling o el camogie. Todos ellos consiguen reunir cada fin de semana a miles de jugadores en todo el país. Además, en cada uno de los condados se organizan actividades al aire libre de forma constante en los que todos, irlandeses o de otras nacionalidades, están invitados a participar.

El buen deportista requiere de capacidad de sacrificio, tesón, constancia y, sobre todo, mucho entrenamiento. Irlanda es el lugar ideal para conocer los propios límites y sorprenderse llevándolos hasta niveles insospechados. Seis horas hasta la meta y una única certeza: llegar hasta el final.

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