10 VERDADES UNIVERSALES PARA SER UN GRAN DEPORTISTA DE RESISTENCIA

Foto: BMCProTri-©JMitchell

¿Está al alcance de todos llegar a ser grandes deportistas de resistencia? ¿Cómo encontrar vitalidad, vigor y entusiasmo antes de cada entrenamiento? ¿De qué manera enfrentarse a temores y excusas previos a éste? En este artículo se abordan 10 principios válidos en todo momento y lugar, para que cualquier persona, independientemente de su nivel, sexo o disciplina, que se lo proponga, llegue a conseguirlo y pueda hacer realidad sus sueños.

👉Artículo publicado en la revista Sportraining nº 103 (julio/agosto 2022).                                                       Autor: Txema Córdoba @txemacordoba  www.txemacordoba.com

Una verdad universal es un principio básico que, siendo aplicado por cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar, siempre se cumplirá. Supone lo importante, el pilar maestro sobre lo que aposentar todo lo demás. Lo maravilloso de una verdad universal es que siempre se encuentra dentro de cada uno y es absurdo buscarla por fuera, en otros elementos, situaciones o personas. A menudo, los deportistas de resistencia dedican mucho tiempo y esfuerzo en dispositivos, datos, materiales, suplementos y novedosos productos de la industria del deporte que, en un contexto adecuado, facilitan el rendimiento. Sin embargo, descuidan lo importante, aquello que preparará y optimizará el terreno para que todo lo demás tenga sentido y pueda funcionar. A continuación se plantean 10 verdades universales que cualquier deportista de resistencia debe contemplar para afrontar con garantías su camino al éxito.

1. ACTUAR, LUEGO EXISTIR

Tiene todo el sentido genético y evolutivo que un deportista piense “no tengo ganas de entrenar” o “no encuentro el punto de motivación para este esfuerzo físico”. De hecho, durante dos millones de años el ser humano no ha tenido que buscar motivaciones para estar más fuerte, correr más rápido o tener mejor salud. Se ha movido mucho más que en la actualidad, ya sea por necesidad o supervivencia. Para solucionarlo, en estos tiempos se buscan estrategias para mejorar la motivación y poder iniciar la acción. Evidentemente que con ganas todo es más fácil, pero este es un enfoque que parte de un error de base ya que la acción no requiere de motivación. Aquí, el orden de los factores sí altera el producto. La motivación no es la chispa que pone en marcha el motor. Es la acción la que desencadena todo los procesos que ponen en marcha los mecanismos del entrenamiento, entre ellos la motivación. ¿Para limpiar la bicicleta u ordenar la ropa deportiva se espera a que la motivación aparezca? ¿O tal vez se hace, aunque sea sin ganas, y cuando se acaba aparece la satisfacción? No hay que esperar que la magia del entrenamiento o la producción de endorfinas y demás hormonas del placer aparezcan al principio. Todo lo necesario e imprescindible para la vida es una recompensa natural que se recoge al final de un proceso. Por eso, si no se tienen ganas de entrenar, toca entrenar sin ganas. La recompensa seguro que llegará.

2. ESCLAVO DE LOS BUENOS HÁBITOS

Siguiendo el hilo de la verdad universal anterior, hay que tener presente que la repetición de acciones acaba construyendo hábitos. Los hábitos de cada deportista darán lugar a sus resultados. Esos resultados se convertirán en su motivación, y ésta será uno de los propósitos de su vida para alcanzar el éxito. Los grandes logros requieren de un ritual, de una rutina diaria que posibilite a cada persona alcanzar ese estado mental propio llamado éxito. O se actúa en base a hábitos o se hace a partir de impulsos. Ambos “esclavizan”, y puestos a ser “esclavos», es primordial dedicar los esfuerzos más importantes a formar buenos hábitos y ser “esclavo” de ellos.

3. EL AMOR ES EL ALIMENTO ESENCIAL

Entrenar con amor es posiblemente el secreto más grande de los deportistas exitosos. No el amor categorizado y limitado a parejas, padres, hijos, hermanos o amigos que ha sido enseñado en todas las culturas del mundo, sino un amor a todo y a todos, un amor existencial que no conozca límites. El deportista de resistencia debe contemplar todo con amor. El sol porque calienta, la lluvia porque limpia, la luz porqué ilumina, la oscuridad porqué muestra las estrellas, la felicidad porque ensancha el corazón, los obstáculos porqué son un desafío, los pájaros, el viento, las flores, el mar, las montañas, y toda la perfección de la naturaleza. Amor al contrincante porque será amigo, al entrenador porque se implica, al ambicioso porque inspira, al que haya fracasado porque se puede aprender de él, al campeón porque también es humano, al popular porque es auténtico, al joven por su ímpetu, al veterano por su experiencia compartida, al que adelanta por su esfuerzo y al que es adelantado por compartir camino.

La comida alimenta al cuerpo y el amor alimenta el alma. Da igual la fuerza muscular que exhiba cada uno ya que no existe deportista más poderoso que aquel que compite con toda el alma. En primer lugar, hay que amarse a uno mismo. Si uno no puede amarse a sí mismo, no puede amar a nadie más. Aunque no se posea la mejor genética, las mejores habilidades o el mejor material se puede alcanzar el éxito solamente con amor. Sin amor, y aunque se posean todas las cualidades del mundo, el fracaso está garantizado. Entrenar con amor lleva al éxito.

4. PERSEVERAR: UNA CUESTIÓN DE TIEMPO Y AUTODISCIPLINA

El éxito de un entrenamiento, de una carrera o de un proceso siempre se encuentra al final, y no cerca del inicio. Ni el talento, ni la suerte, ni las ayudas servirán de nada en pruebas de resistencia si no se persiste en el intento de alcanzar el éxito. No hay mejor manera de desarrollar la perseverancia que amar aquello que se hace, para conseguir que la firmeza, la constancia y la consistencia lleguen a ser placenteras. Para perseverar en el deporte de resistencia se requieren dos elementos fundamentales:

  • Tiempo: Cuanto más se repite algo mejor se convierte uno en ello. Para eso solo se necesita tiempo que invertir para probar, probar y probar adquiriendo experiencia y aprendiendo en profundidad de los detalles que se deben cuidar.
  • Autodisciplina: Es la capacidad de avanzar movidos por la fuerza de voluntad. Implica amor por lo que se hace, se siente y se piensa, siendo esencial un compromiso entre el deportista y la meta propuesta.

5. GRATITUD PARA SER MÁS FUERTE

¿Si un deportista se siente feliz rendirá más? Está demostrado que sí. La gratitud es un estado emocional y una actitud hacia la vida, fuente de fortaleza humana, que mejora el bienestar personal y social. Los deportistas que practican la gratitud tienen más energía, se sienten mejor físicamente, dedican más tiempo al entrenamiento, son más optimistas y experimentan emociones positivas con más frecuencia. También son más amables, más empáticos y menos materialistas. Por otro lado, la gratitud también aleja de aquello que corrompe la capacidad de rendir, como la envidia, la comparación sistemática con otros deportistas o el afán de revisar constantemente aquello que no se tiene.

La gratitud es mucho más que decir “gracias” y en el deporte hay diversas maneras de cultivarla. Por ejemplo, escribir de manera frecuente situaciones que han ocurrido en los entrenamientos y competiciones por las que se está agradecido, mostrar agradecimiento a compañeros por algo que hayan hecho, o poner atención en las pequeñas cosas que suceden constantemente a nuestro alrededor para transformar lo rutinario y tedioso en novedoso y placentero.

La gratitud aumenta la autoestima, exprime los aspectos positivos de cada experiencia, reduce el estrés, minimiza la fatiga, refuerza las relaciones sociales existentes y crea otras nuevas. Sin duda, uno de los mejores y más baratos suplementos para el rendimiento.

6. GOBERNAR LAS EMOCIONES

Los estados de ánimo de un deportista de resistencia fluctúan de manera cíclica, tanto en el día a día como en competición. En ocasiones serán altos y en ocasiones bajos. Donde un día aparece la euforia, otro día llega la tristeza. Gobernar las propias emociones conduce al éxito y dejar que sean las emociones las que dominen es caminar hacia el fracaso. Cualquier deportista de resistencia debe huir de esos pensamientos que pretenden controlar sus acciones (“es tarde para salir a entrenar”, “estoy cansado”, “seguro que hoy no me va bien”…) y llevar a cabo acciones para dominar sus pensamientos (“salir a entrenar aunque tenga que recortar el entrenamiento”, “entrenar con fatiga para tolerarla mejor”, “hacer el esfuerzo y luego ya se analizará”…). No solo hay que estar atento a las emociones negativas, sino que también las hay disfrazadas de positivas que pueden llevar al deportista a alejarse del éxito, como la confianza excesiva, la complacencia, el orgullo, la soberbia y los delirios de grandeza. De esta manera, el único secreto para gobernar las emociones es reconocer e identificar los estados de ánimo para dominarlos mediante acciones positivas que no desvíen al deportista de la senda al éxito.

7. EL BUEN HUMOR COMO OBLIGACIÓN

Una actitud positiva ante el esfuerzo, el entrenamiento y la competición es determinante en el rendimiento físico. Está demostrado que reír disminuye la percepción de esfuerzo, ya que reduce el estrés y mitiga la fatiga. El buen humor influye directamente en la mejora de la resistencia ya que lleva a aumentar la eficiencia de carrera optimizando los valores de consumo de oxígeno y en respuestas fisiológicas como la frecuencia cardíaca, la producción de óxido nítrico o la estimulación de hormonas de la felicidad como las endorfinas. Además, no elimina la concentración en lo que se está haciendo y a la vez potencia el volver a centrarse en lo que se desea.

Cualquier deportista pasa en algún momento u otro por experiencias no deseadas, pero de poco sirve pasarse el tiempo lamentándose. Lo mejor para seguir desarrollando su mejor versión será, cuanto antes, afrontarlas con buen humor, riéndose de sí mismo y de la situación. La risa tiene el poder de situar fracasos y éxitos en su justa medida, desvaneciendo los primeros y reduciendo los segundos a su verdadero valor.

8. AUMENTAR EL VALOR PERSONAL

La manera en la que un deportista se percibe, habla de sí mismo y se representa, acaba volviéndose su propia realidad. Si menosprecia, minimiza y sacrifica o bien exagera sus talentos y habilidades no aumentará su valor personal. En cambio, crecerá su potencial si reconoce y toma conciencia de que es una persona valiosa, igual que los demás, y que sus cualidades son únicas. A eso contribuye el no apuntar demasiado bajo y plantearse objetivos cada vez más ambiciosos a medida que los vaya cumpliendo.

A veces, el deportista zozobra en múltiples retos que le hacen perder el foco y no suman valor a sus esfuerzos y su vida en general. Es fundamental marcarse prioridades y reconocer cuál será aquella meta por la que uno está dispuesto a realizar sacrificios. Para ello hay que definir un plan de acción que seguir, trazando metas alcanzables a corto, medio y largo plazo, para alcanzar esos retos que tiempo atrás eran inimaginables. Soñar en grande solo tiene sentido si esos sueños están apoyados en acciones y pasión asumiendo la responsabilidad de hacer todo lo posible para convertirlos en realidad.

9. EL MEJOR DISPOSITIVO, LA INTUICIÓN

En la última década la tecnología ha asaltado el mundo del deporte de resistencia y han surgido multitud de dispositivos y aplicaciones que facilitan datos instantáneos al deportista que antes eran inconcebibles. ¿Son buenos? ¿Son malos? ni una cosa, ni otra, ni todo lo contrario. No hay duda que en multitud de ocasiones son muy útiles para la gestión de los esfuerzos, ya que favorecen la monitorización de datos como watios, ritmos, ciclos por minuto, frecuencia cardíaca, VO2max, concentraciones de lactato o de glucosa y casi todo lo que cualquier deportista de resistencia pueda desear. El problema radica cuando estos dispositivos dejan de ser un complemento y pasan a generar dependencia y obsesión en sus usuarios, generando euforia desmedida, frustración o ansiedad si se logran o no las expectativas que tenían. Cuando eso pasa, el deportista acaba apagando y dejando de utilizar la intuición, el mejor dispositivo del que dispone y que le viene de serie desde su nacimiento. La intuición es la habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata. Es esa voz interior que en pocos segundos es capaz de leer los peligros y trazar la mejor estrategia para afrontar entrenamientos y competiciones. Utilizar la intuición no asegura a ningún deportista que las decisiones que se tomen sean las más exitosas, pero la tecnología tampoco. En cambio, lo que sí asegura es algo si cabe más importante: actuar de acuerdo a la propia esencia, valores, emociones y experiencias. Eso hace a cada deportista único y valioso, no existiendo hasta ahora ni dispositivo ni aplicación capaz de igualarlo.

10. AHORA ES EL ÚNICO MOMENTO

Un limitador muy importante del rendimiento en deportes de resistencia es la mente. Mientras se entrena o compite, a menudo se piensa en el pasado (“el entrenamiento de ayer fue duro y tengo las piernas fatigadas”, “no he tenido un buen día”) o en el futuro (“todavía me quedan 10 km para llegar”, “todavía quedan las series más duras”). Saber estar en el presente durante el esfuerzo contribuye al equilibrio mental y a concentrarse en lo que se está haciendo en ese momento. De esa manera se optimiza el foco atencional para saber discriminar entre lo importante y lo irrelevante y, según proceda, ajustar de la mejor manera posible la intensidad del esfuerzo en cada situación. Estar en el ahora también favorece la introspección, el proceso por el que el deportista mira hacia su interior y es capaz de analizar las sensaciones que provienen de su propio cuerpo para conocerse mejor a sí mismo, y conocer y controlar sus reacciones y emociones. El ahora debe ser el único momento realmente importante, ya que lo que venga después no está garantizado. La respiración nasal profunda o una sonrisa durante el esfuerzo ayudan a permanecer en el ahora y a controlar los impulsos del propio cerebro, relativizando las amenazas que éste identifica y venciendo sus predicciones conservadoras, sobre todo en el momento en el que dice “detente”. Para los deportistas de resistencia los grandes logros se encuentran tanto en lo que hacen como en lo que sienten, no en lo que perciben o hacen otros. Subir el ritmo, acelerar, prestar atención, permanecer aquí, no en el pasado, no en el futuro, sino en el ahora, lleva al deportista a competir consigo mismo, no contra otros. Esa es la clave para alcanzar los mayores éxitos.

Aunque no existe la fórmula mágica para ser un deportista de resistencia exitoso, la conciencia y aplicación de estas 10 verdades pueden ayudar a diseñar y conseguir los retos y sueños deportivos que cada persona tiene.