Por Miguel Ángel Rabanal
Hace poco pude participar y experimentar lo que se siente compitiendo en la competición que lleva al extremo al cuerpo en cuanto a resistencia, se trataba de la Backyard, una modalidad de ultraresistencia relativamente nueva que se inició a principios de la década pasada en EEUU y que en pocos años se ha extendido rápidamente y con una gran aceptación a 25 países de todo el mundo, entre ellos España.
¿En qué consiste esta carrera?
La Backyard es una carrera de ultradistancia en un circuito en bucle de 6,7 km a realizar en 1 hora. Si no se consigue en ese tiempo, el corredor queda descalificado, y termina cuando un único participante puede completar él sólo por lo menos una vuelta más que los demás.
Ejemplo: si se completa el primer circuito en 48 minutos, se tienen 12 minutos antes de la próxima salida, y si se completa el circuito en 59 minutos, se tendrá 1 minuto de descanso antes de la próxima salida.
El objetivo es simple: hacer tantas vueltas (LOOPS) en tiempo como sea posible.
El ganador es la última persona en completar ella sola el Loop en tiempo.
Cada evento puede durar varios días y noches dependiendo de la resistencia de los participantes, los corredores son independiente en cuanto a su logística personal pudiendo llevar una bolsa con todo el material que consideren exceptuando bastones.
La BACKYARD SPAIN reunió a un número limitado de corredores
Con motivo de la pandemia y el lugar acotado donde se realizaba la salida y llegada de cada vuelta, se limitó a solo 150 participantes, lo cual hizo que se agotaran las inscripciones nada más sacarlas, con participación de ultrafondistas de todos los rincones del país.
Mi experiencia en la BACKYARD SPAIN de Castro Caldelas
En Israel tengo un pupilo que compite en este tipo de pruebas, y tras su participación en la Backyard de Israel en febrero, tenía la curiosidad de vivir en primera persona los condicionantes de una prueba, que a primera vista no parece complicada, pero que requiere de mucha resistencia, sobre todo de estrategia para saber gestionarla, ya que no se sabe hasta cuándo durará la prueba.
Sin demasiada preparación me dispuse a experimentar y disfrutar esta prueba que parecía un juego, y en la que también se podían hacer equipos de 4, aunque no era por relevos, y el equipo ganador vendría de la suma de las vueltas de sus participantes.
La clave sin duda no era correr rápido cada vuelta, sino saber tener paciencia en ir más lento de lo que apetecía, y tener muy bien organizados los avituallamientos que debían estar bien preparados, en los aledaños del castillo que la organización dejaba para cada participante.
Parajes de película
No tengo la menor duda de que en esta edición española que discurre por bosques frondosos en la localidad Orensana de Castro Caldelas, admitida en la asociación Pueblos más Bonitos de España y ubicada en la Ribeira Sacra, el entorno es inigualable y aunque solo se dé una vuelta al circuito, ¡merece la pena!
La salida y llegada se realizaba de un lugar emblemático como era su castillo.
Organización familiar en la que no faltaba de nada
Los organizadores trataron a los participantes con mucho cariño en cada una de las vueltas, aunque en la normativa se avisaba que hasta la tercera vuelta la organización no empezaría a poner avituallamiento líquido, y que hasta la décima vuelta no habría avituallamiento sólido, aunque la verdad que cada participante tenía ya preparado lo que tomar al final de cada vuelta.
La BACKYARD más dura del mundo
La edición española además de discurrir por unos parajes increíbles, tiene la peculiaridad de ser un recorrido de exigente montaña con un gran desnivel a salvar, lo que la hacen muy dura por estar continuamente subiendo y bajando, y con muy pocos tramos para poder llanear algo.
Desarrollo de la prueba. Ganadores de esta III edición española
La salida se dio un sábado a las 10:00h con casi dos centenares de participantes, de los que únicamente ocho eran mujeres.
A las 10 horas corriendo ya solo quedaba un tercio de los participantes.
Y a las 24 horas de comenzar ,solo 6 participantes seguían en pie, con la última mujer superviviente, Irene Guembes, abandonando tras veinticinco vueltas y superando así el récord femenino de 16 vueltas.
Más de veinte vueltas al circuito y todas las miradas se dirigían hacia el ganador del año pasado, pero este año no pudo ser, y abandonaba la competición en la vuelta 22.
Finalmente, dos corredores se jugaron la victoria y fue el vasco Ibon Gamboa quien demostró tener un mayor aguante no solo físico, sino también psicológico, al sumar un total de 38 vueltas, recorriendo un total de 254’8 km con más de 9.100 metros de desnivel positivo.
Edición del 2022
Ya está en marcha la cuarta edición de la Backyard España, con un cambio de fecha de octubre a mayo comunicado recientemente por los organizadores (Luis y Manuel), así que si eres un enamorado de la ultradistancia y quieres probar un reto nuevo, la Backyard Spain de Castro Caldelas será tu próximo objetivo.
MÁS INFORMACIÓN EN: www.spainbackyardultra.com
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