Sería el japonés Rui Ueda el que lideraría los primeros compases de la prueba pero con Heras duodécimo a poco más de un minuto en el paso por el primer punto de control. Ueda aguantaría en cabeza hasta La Roque Ste Marguerite cuando el francés Cedric Fleureton se haría con la primera posición, manteniéndose Heras cerca, a 3:58 y noveno. De hecho, el de Béjar aguantaría siempre a un tiempo más o menos cercano de la cabeza de carrera, pasando sexto por Pierrefiche (km, 48); cuarto en Massebiau (65,5 km) y ya segundo en Le Cade (69 km), donde a sólo siete kilómetros de meta, Hazen le sacaría apenas 1’40 al atleta del Salomon Etixx Team. “Lo he atrapado cuando faltaba muy poco, menos de 5 kilómetros. Lo veía complicado porque hacia el km 67 lo tenía a casi 5 minutos pero a medida que empezó la subida fuerte vi que le iba recortando distancia y en el último avituallamiento justo cuando él salía yo entraba. Sabía que tenía que apretar al final y así lo he hecho. Es un recorrido ratonero. Hay varias zonas en las que puedes correr mucho pero luego enlazas bajadas y subidas muy fuertes y cortas, tramos donde has de ir esquivando árboles… Desgasta”, analizaba Heras.
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