Artículo: Medias de compresión ¿Sirven realmente?

Artículo publicado en la revista Sportraining nº 43 (julio-agosto 2012). Autores: Dr. Jonathan Esteve y Dr. Diego Moreno.

Foto 1: Diego Santamaría / Foto 2. Club La Santa

 

Desde que el plusmarquista de salto de altura Javier Sotomayor recuperase la moda de los calcetines largos, éstos se han popularizado, añadiendo el concepto de «compresión», en deportes que incluyen la carrera a pie (carrera, duatlón, triatlón). En ocasiones algunas marcas comerciales (y sus clientes) se han quedado meramente con estas dos características, «calcetines largos» y «compresión», sin reparar en la utilidad real de sus prendas. En este artículo revisamos las investigaciones recientes sobre los posibles beneficios de las medias de compresión en el rendimiento deportivo en deportes de resistencia.

xEl efecto de la compresión

Cuando hablamos de «compresión» nos referimos a la presión ejercida por soportes de tejido elástico, que se basan en la propiedad de ejercer diferentes gradientes cíclicos de presión en función de la capacidad de recuperación de las estructuras elásticas.

Cualquier persona, de pie, en ausencia de mecanismos compensadores por efecto de la gravedad, estancaría parte de la sangre en los miembros inferiores. Esto no ocurre gracias a mecanismos eficientes que los compensan, como son (Best y Taylor, 1994):

• Vasoconstricción refleja de las venas de las piernas.

• Acción de masaje de los músculos esqueléticos. Cuando la masa muscular que rodea las venas se contraen, estas se colapsan y su contenido es expulsado hacia afuera. Las válvulas venosas

impiden el retroceso del flujo sanguíneo y por tanto, la columna sanguínea asciende hacia el corazón.

• Movimientos respiratorios, en la inspiración disminuye la presión de la cavidad torácica aumentando la presión en el abdomen y sobre las paredes de las venas.

La aplicación de una presión externa al sistema venoso mediante técnicas de compresión debería influir positivamente sobre alteraciones fisiopatológicas, tales como el incremento del volumen venoso. Durante el ejercicio, es importante que el retorno venoso sea lo más efectivo posible. Si consideramos que el uso de las medias compresivas lo favorece, podría reducir la fatiga muscular.

Otro mecanismo a tener en cuenta es la sujeción pasiva de músculos y tendones y con ello la reducción de la vibración sobre ellos y los huesos. Para ciertas dolencias que tienen que ver o pueden agravarse con la vibración, el impacto o la tensión brusca (tendinitis, periostitis, tendinosis, o sobrecargas musculares), podría tener un efecto beneficioso.

Cierto es que no se han hallado mejoras en el rendimiento de sprints repetidos o lanzamientos con prendas de diferentes marcas (Duffield y Portus 2007).

 

Compresión general y compresión gradual

Existen dos tipos de compresión: la compresión general o la gradual. La primera supone una compresión uniforme en toda la prenda. En teoría, es óptimo para el efecto de drenaje en prendas de recuperación post-esfuerzo. Además, en este tipo de prenda, la compresión es mayor que en prendas de rendimiento, y por ello no suelen tolerarse durante más de 1,5-2 horas, cuando aparece un «hormigueo» que nos viene a indicar que es preciso quitarlas por falta de riego. En las prendas de rendimiento, teóricamente la compresión óptima para favorecer el retorno venoso debería ser gradualmente menor desde la parte distal hacia la parte más cercana al centro del cuerpo. Por ejemplo, en un calcetín debería apretar más en el pie, menos en el tobilloy todavía menos en el gemelo.

Pero muy pocas marcas, fabrican con ese concepto. Además, el control de calidad es muy importante, porque existen marcas muy conocidas que, sin embargo, producen una compresión irregular en sus prendas, siendo ésta en algunos puntos proximales mayor que en puntos más alejados (lo que teóricamente restringiría el retorno venoso). Parece que en algunas marcas que usan muchos corredores y triatletas se invierte más en márketing que en la calidad del producto.

Esto desde luego no tiene visos de poder afectar positivamente al rendimiento. Tampoco el hecho de llevar «perneras» (tobillo a rodilla, sin pie, pudiendo quedar éste «encharcado»), a no ser que se ejerciera una contracción muy frecuente e intensa en el pie.

Por otra parte, el grado óptimo de compresión no debe ser «cuanto más mejor». Se ha observado que el confort es inverso al grado compresión (Ali et al, 2010), y lo óptimo será una presión adaptada a las características morfológicas de la persona, tomando mediciones en diversos puntos.

 

xxInvestigaciones recientes en el rendimiento y en la recuperación de esfuerzos de resistencia

En un estudio sobre el rendimiento en 10 km se trató de determinar la influencia de vestir medias de compresión gradual en diversas repuestas perceptivas y fisiológicas en esfuerzos de carrera continua, viendo a su vez si el grado de compresión de estos calcetines influía algo en el rendimiento deportivo (Ali et al, 2010; Ali et al, 2011). Se concluyó que el uso de medias con un grado de compresión bajo respecto a una compresión media, alta o sin presión reducía el tiempo empleado en esfuerzos de 10 km (Ali et al, 2011). A su vez los atletas experimentaban una percepción subjetiva del dolor inferior (Ali et al, 2010).

Es importante destacar que estas mejoras no fueron significativas a nivel estadístico por la alta desviación típica, es decir, que a algunas personas les puede beneficiar bastante pero a otras no. Esto parece una constante en los estudios de rendimiento. Ambos aspectos (mejora no significativa del rendimiento y menor percepción de dolor) fueron halladas también en un estudio que hemos publicado recientemente (Varela et al, 2011). Los corredores que llevaron medias compresivas aguantaron más tiempo en una prueba de tiempo límite al 105% de su VAM (un 13% más, pero con una gran desviación típica). Los corredores con medias de compresión gradual mostraban un % inferior de la frecuencia cardiaca máxima a una misma intensidad, lo que sugiere un posible retorno venoso mayor.

En otro estudio reciente (Ménétrier et al, 2011) analizaron los cambios en la saturación del oxígeno en distintos esfuerzos en carrera, teniendo en cuenta el uso de medias compresivas respecto al no uso de éstas. Antes de realizar cualquier esfuerzo y al finalizar una prueba de tiempo límite a la Velocidad Aeróbica Máxima (VAM) los deportistas presentaban valores más altos en la saturación del oxígeno de manera significativa cuando por-taban medias, mostrando por tanto unos mecanismosmás eficientes del uso del oxígeno.

Y uno de los estudios más antiguos halló un menor componente lento del VO2 (menor exceso de gasto extra conforme pasa el tiempo) con mallas largas de compresión respecto a mallas largas normales o pantalones cortos (Bringard et al, 2006).

Este año acabamos de finalizar dos estudios realizados en el laboratorio de entrenamiento de la Universidad Europea de Madrid (Moreno et al, – sin publicar–). Tras no haber hallado mejoras en la economía de carrera pero sí una percepción de menor fatiga en los gemelos, la hipótesis fue que quizás había músculos más solicitados que otros. Así, se midió la actividad eléctrica de los músculos de las piernas durante esfuerzos de diferentes intensidades en fatiga. Se halló un efecto moderado cuando los sujetos llevaron medias de compresión gradual, de modo que su fatiga fue menor en los músculos de la pierna (gastrocnemio y sóleo) respecto a los del muslo (vastos lateral y medial, bíceps femoral y recto anterior).

Actualmente estamos investigando el efecto de las medias de recuperación. Se han descrito mejoras en el aclarado del lactato post-esfuerzo (Rimaud et al, 2010). En los trabajos que estamos realizando observamos la capacidad de salto, el dolor y la recuperación muscular.

Los datos de los que disponemos nos indican que la capacidad de salto en gestos de estiramiento-acortamiento y en saltos de rebotes repetidos se ve perjudicada durante tres días cuando no se usan las medias de recuperación, algo que no ocurre en quienes las usan inmediatamente después de un entrenamiento muy exigente a nivel neuromuscular.

 

Conclusiones

En la actualidad, no podemos afirmar de forma universal que las medias de compresión mejoren directamente el rendimiento. Parece que hay una respuesta bastante individual, y recomendaríamos a atletas y triatletas que prueben dichas prendas y observen si pueden verse beneficiados. Eso sí, no parece que todas sean iguales, e incluso determinadas marcas o diseños ni se han contrastado de forma científica ni tienen controles de calidad que puedan hacer pensar en un efecto beneficioso.

Las mejoras podrían ser más notables en deportistas con problemas de sobrecarga en los gemelos, usando ciertas prendas. Por último, y aunque no nos hemos extendido en ello, parece que existen beneficios en la recuperación tras un esfuerzo exigente. Y esto posiblemente podría mejorar a medio plazo el rendimiento deportivo. Dada la cantidad de estudios que se están publicando sobre esos temas, así como de marcas comerciales implicadas, parece que en los próximos años saldremos de dudas.

 

Bibliografía:

       Ali et al (2010). Eur J Appl Physiol109:1017-1025.

       Ali et al (2011). J Strength Cond Res 25:1385-1392.

       Best y Taylor (1994). Editorial Panamericana, Madrid.

       Bringard et al (2006). Int J Sports Med 27:373-378.

       Duffield R, Portus M (2007). Br J Sports Med. 41:409-414.

       Ménétrieret al (2011). Int J Sports Med 32: 864–868.

       Morenoet al (2012). Laboratorio de Entrenamiento Universidad Europea de Madrid (sin publicar).

       Rimaud et al (2010). Eur J Appl Physiol. 110:425-33.

       Varela Aet al (2011). J Strength Cond Res 10: 2902-2910.

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