Por José Enrique Quiroga Díaz @coque_quiroga / @qts_triteampro
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Las competiciones «100×100» de natación se han puesto muy de moda en los últimos años entre los triatletas, las cuales se suelen celebrar al principio de temporada, normalmente en noviembre y diciembre, lo que es un momento idóneo para competir en pruebas diferentes y además en equipo. Por otra parte, pueden ser una herramienta muy interesante para los entrenadores, con el fin de obtener datos cuantitativos de rendimiento para utilizarlos en la planificación de las cargas del entrenamiento de natación a lo largo de los siguientes meses.
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¿En qué consiste un 100×100?
Las competiciones de 100×100 en piscina se realizan por relevos, con equipos formados por 10 nadadores. La distancia total a nadar es de 10000 metros de forma continua y sin interrupción. Cada integrante del equipo debe nadar 100 metros lo más rápido posible y al finalizar le releva el siguiente compañero, completando 1000 metros entre los 10 integrantes del equipo. Y esto se repite de forma continua durante 10 veces, por lo que al final cada nadador ha realizado 10 relevos de 100 metros (1000 metros) y todo el equipo ha completado un total de 10000 metros. Cada equipo nada en una calle asignada (en ocasiones se comparte calle con otro equipo, dividiendo ésta en dos, saliendo y llegando cada uno en un extremo diferente de la calle) y la clasificación se obtiene con los tiempos totales de cada equipo en completar los 10000 metros.
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¿Para qué nos sirven estas competiciones?
Aparte de proporcionar estímulos diferentes de competición a los triatletas en la primera parte de la temporada, con un formato completamente diferente a lo que están acostumbrados y además primando el trabajo en equipo, son muchos los datos cuantitativos que podemos extraer de su rendimiento en esta competición.
El ejemplo que vamos a poner es el de un equipo de jóvenes triatletas masculinos que dirijo. En los últimos años, concretamente en el mes de diciembre, suelen participar en una prueba local de 100×100, la cual, como entrenador, me sirve para varias cosas y por eso lo introduzco dentro de la planificación. Algunas de las razones son:
- Motivación extra en pretemporada.
- Incentivar el trabajo en equipo.
- Enfoque en objetivos diferentes.
- Variabilidad de estímulos.
- Nivel de rendimiento actual en natación.
- Comparativa con compañeros a igualdad de carga de entrenamiento.
- Comparativa con triatletas de otros clubs.
- Estado actual en capacidades de velocidad, velocidad-resistencia, resistencia, recuperación entre series, etc.
- Comparativa con el rendimiento obtenido en la misma prueba en años anteriores en mismas fechas.
Para ello, obtengo una serie de datos cuantitativos -los que considero que me interesan más-, que plasmo en unas tablas comparativas. En la tablas 1, 2 y 3 se muestran las competiciones 100×100 realizadas en el mes de diciembre los años 2022, 2023 y 2024.
A tener en cuenta:
- En las tablas, cada triatleta figura nombrado con un número asignado y entre paréntesis su edad en ese momento. Como se puede apreciar, hay triatletas que aparecen en las tres tablas (compitieron en esta prueba en las tres ediciones mostradas), pero otros solo en una o en dos.
- Con los triatletas que realizan la prueba todos los años, se pueden analizar los datos de una forma plurianual para ver la evolución a lo largo del tiempo, puesto que las condiciones de competición están estandarizadas.
- En la tabla 3 (competición 2024) hubo algunas bajas obligadas en el equipo debido a diversas causas, por lo que éstos tuvieron que ser suplidos por algunos triatletas más jóvenes y de un nivel más bajo.
- En la tabla 3 (competición 2024), vemos algunas celdas coloreadas. Esto es porque en algunas series finales se dio descanso a los triatletas más jóvenes y en su lugar nadaron otros compañeros, los cuales doblaron esa serie, es decir, hicieron su posta y otra más. A la hora del análisis, esto se debe tener en cuenta en los triatletas que doblaron, ya que su grado de fatiga se ve aumentado tanto por haber realizado más series como por haber tenido menor tiempo de descanso entre ellas.
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Valores medidos
- Mejor marca personal
- Marca en test de 100m realizado unos días antes, con el fin de tener un dato más objetivo del nivel de forma del triatleta en ese momento.
- Tiempo de cada triatleta en cada una de las series. Los tiempos se toman con un cronómetro que tenga al menos 100 laps para que así se queden grabadas las 100 series de 100m. Luego hay que correlacionar los tiempos con el orden en que ha nadado cada triatleta.
- Promedio de tiempo en cada 1000m (cada una de las 10 tandas de 1000m con los tiempos de todos los triatletas). Esto es el tiempo del equipo completo, es decir, el conjunto de los 10 triatletas, para ir viendo la comparativa de tiempo entre cada una de las 10 series de 1000m.
- Media que hace cada triatleta entre todas sus series.
- Tiempo de la mejor serie de cada triatleta.
- Tiempo de la peor serie de cada triatleta.
- Diferencia en tiempo entre la mejor y la peor serie de cada triatleta. Estableciendo en qué serie ha realizado el mejor tiempo y en qué serie el peor, vemos por una parte cuál ha sido la diferencia y si ésta ha sido mayor o menormente significativa, y por otra parte podemos estimar en qué momento es cuando comienza a acusar la fatiga.
- Porcentaje de empeoramiento de la media de cada triatleta respecto a la marca que realizó en el test que hizo unos días antes. Nos sirve para ver cómo la fatiga afecta a su nivel teórico en el rendimiento y en resultado final.
- Porcentaje de empeoramiento de la media de cada triatleta respecto a su primera serie. Podemos determinar (y analizar) qué magnitud tiene la fatiga a lo largo de las series, así como de qué forma el triatleta gestiona su esfuerzo.
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Conclusiones
Los resultados individuales obtenidos por cada triatleta son muy interesantes para utilizarlos dentro del análisis de su rendimiento, para así evaluar algunos aspectos cuantitativos de su estado de forma actual y, en consecuencia, adaptar su planificación del entrenamiento para incidir y tratar de mejorar sus déficits.
Pero también podemos utilizar los resultados para hacer un análisis longitudinal a lo largo del tiempo, evaluando su rendimiento de un año a otro, ya que las condiciones en cuanto al medio (piscina y tipo de prueba) son estandarizadas.
Y cómo no, un análisis transversal en el que comparamos el rendimiento individual con el de los compañeros, pero también el rendimiento del equipo con el de otros equipos. Sin embargo lo que es más complicado es una comparativa con el rendimiento individual de los triatletas de otros equipos, ya que para ello necesitaríamos disponer de unas tablas similares de datos.
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