“REDUCIR LOS ULTRAPROCESADOS Y BEBER SUFICIENTE AGUA PUEDE RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO CELULAR”

  • Optar por alimentos frescos y ricos en antioxidantes es fundamental para proteger la vitalidad celular y retrasar el envejecimiento.
  • “Los antioxidantes, las grasas saludables y los micronutrientes son clave para mantener la vitalidad celular”, señala Luisa Solano, profesora de Nutrición de la Universidad Europea

 

El envejecimiento celular es el proceso natural por el cual las células pierden progresivamente su capacidad de dividirse, repararse y funcionar de forma óptima. Sin embargo, este proceso, influido por factores genéticos, ambientales y del estilo de vida, puede ralentizarse significativamente a través de una dieta adecuada. “Una alimentación rica en antioxidantes, grasas saludables y micronutrientes mejora la función mitocondrial, reduce el estrés oxidativo y promueve la reparación del ADN, elementos clave para conservar la vitalidad celular”, asegura Luisa Solano, profesora de Nutrición de la Universidad Europea.

Entre los alimentos recomendados, destacan las frutas, verduras, frutos secos, pescado azul y aceite de oliva virgen extra. Según Solano, estos ingredientes “aportan compuestos como polifenoles, omega-3, vitaminas y minerales que contribuyen a mantener la piel, el cuerpo y la mente más jóvenes”. Por ejemplo, el omega-3 del pescado azul “mejora la función cognitiva y reduce la inflamación, mientras que los polifenoles de frutas y verduras son antioxidantes potentes, esenciales para combatir el envejecimiento celular”, explica.

La hidratación es uno de los puntos más importantes para retrasar el envejecimiento celular. Beber entre 1,5 y 2,5 litros de agua diarios mantiene la elasticidad cutánea y favorece el rendimiento cognitivo, incluso evitando problemas como la pérdida de memoria o la falta de concentración asociadas a una deshidratación leve. “No solo se trata de lo que comemos, sino también de cómo hidratamos nuestro cuerpo para que funciones clave se mantengan intactas”, apunta.

Asimismo, la profesora de la Universidad Europea advierte sobre los riesgos de los alimentos ultraprocesados. “Estos productos, ricos en azúcares añadidos, grasas trans y aditivos, favorecen la inflamación y el estrés oxidativo, factores determinantes en el envejecimiento precoz y el deterioro cognitivo”, afirma. Como alternativa, recomienda priorizar alimentos frescos y naturales que aporten un mayor valor nutricional.

Para poblaciones específicas, como personas mayores de 50 años, deportistas o quienes padecen patologías crónicas, la nutricionista sugiere enfoques nutricionales adaptados. En el caso de los mayores de 50, “es esencial incrementar la ingesta de omega-3, fibra, proteínas y vitamina D para cuidar la salud ósea y cognitiva. Los deportistas, en cambio, deben centrarse en antioxidantes, proteínas de calidad e hidratos complejos que optimicen su rendimiento físico”, detalla.

Por último, Solano desmonta algunos mitos comunes como los “superalimentos milagro” y las dietas detox. “No existen alimentos mágicos, la clave siempre está en la variedad y el equilibrio. Además, el cuerpo ya tiene órganos que realizan la función de desintoxicación, por lo que no es necesario recurrir a dietas restrictivas que, en muchos casos, son insostenibles a largo plazo”, concluye.