Ya han comenzado los Juegos Olímpicos Londres 2012, con una gran ceremonia de inauguración en la que no faltó de nada, con un guión marcado por un repaso a la historia y a la cultura británica, en la que predominó la música y los grandes efectos de imagen, luz y sonido.
El reciente ganador del Tour de Francia, Bradley Wiggins, fue el encargado de abrir la ceremonia con un «gran toque de campana». Tampoco faltó el humor con el gran Mr. Bean. La campiña británica, la revolución industrial, el cine, la música, la literatura infantil… y hasta James Bond formaron parte del espectáculo.
El desfile de los 205 países participantes fue acelerado y amenizado por cientos de tambores marcando el ritmo, ¡en un emotivo espectáculo! Pudimos ver a abanderados muy ilustres como Pau Gasol, Novak Djokovic, María Sharapova, Usain Bolt, etc., todo en un ambiente muy festivo y distendido (la competición ya será otra cosa).
El encendido de la llama Olímpica, que se mantenía en secreto, fue culminado por siete jóvenes relevistas británicos que habían sido elegidos por los grandes deportistas olímpicos británicos candidatos ello (como Daley Thompsom o Kelly Holmes). El pebetero estaba formado por 205 piezas, una por cada delegación, que fueron juntando sus fuegos para convertirse prácticamente en uno en la llama olímpica final, que se mantendrá encendida hasta la clausura de los Juegos.
Tras los juramentos por parte de los representantes de los deportistas, los jueces y los entrenadores, los discursos de Sebastian Coe (Presidente del Comité organizador) y Jacques Rouge (Presidente del COI), la reina Isabel II inauguró los Juegos. Y el encargado del fin de fiesta fue nada menos que Paul McCartney.
